HOJAS DEL CALENDARIO. Jaume Grau.

 


Prólogo diario 6 junio 1941


No he hecho en verdad un diario sistemáticamente, metódicamente. Lo he hecho a temporadas, con grandes intermitencias. No solamente he estado enfermo à plusieurs reprises (una y otra vez) (solo una vez gravemente), sino que he experimentado como una constante enfermedad de tristeza y de añoranza.

Además el humor ha sido vario como el tiempo. Es un negro humor el de un pintor o de un escritor que han perdido, aunque sea momentánea y transitoriamente las ganas de pintar o escribir. 

Otras veces ha sido el tiempo atmosférico, no la temperatura interior, la causa que me ha impedido escribir. Otras la falta material de telas y pinceles. A veces no he tenido tinta, ni pluma, ni lápiz, ni papel. He escrito hasta en las márgenes de un periódico (las márgenes de un río de información)! Disponiendo de papel en blanco, he llenado abundantes cuartillas con lápiz dándome el trabajo de reescribirlas  luego con tinta para que el tiempo o el roce (también el mero tiempo es un gran desgaste) no borraran lo escrito o dificultasen su visión…

Muy a menudo no he tenido mesilla donde escribir, ni banco donde sentarme! Pero esto no tiene importancia. La comodidad ayuda, pero no da por sí sola la inspiración. A veces la dan las incomodidades! Cuando he tenido mesa y silla, las he tenido solamente a ciertas horas. He escrito sentado en el suelo (y quizá algunos de mis escritos se resienta de haber sido hecho a ras de tierra) y hasta en pie apoyando –mal apoyado-  el papel en un muro. Estando de pie, el frío molesta fuertemente sólo en los pies. Esta posición convertía en más práctico el empleo de un lápiz que el de la pluma, obligándome luego, ya con más posibilidades, a reseguir con tinta o a recopiar lo ya  escrito.

No he tenido nunca en Francia pluma estilográfica. Me ilusionaron con la promesa del envío de una. Y aún estoy aguardándola. Cuando he tenido dinero, no he hallado pluma estilográfica que comprar. Cuando se me han presentado ocasiones, mi bolsillo se encontrabado mas calvo que la misma ocasión. He escrito a menudo con malas plumillas. (...) pero –perdóneseme la inmodestia- estoy satisfecho de mi pluma..

¡La luz! Solo en los últimos tiempos he tenido luz eléctrica. Se me han hecho inaprovechables para el trabajo largas horas de lluvia –no hablamos de las largas noches de invierno que me han hecho adquirir aquí plena consciencia de lo que significa el antiguo y anticuado término de leguleyo ‘de sol a sol’ – tristes horas de cielo nublado, horas grises y húmedas de bruma matinal.. ¡ oh el sol de España! 

Aun con tiempo claro, el viento o el frío han ido en mi contra, no permitiéndome permanecer en el exterior y obligando en un mal interior a cerrar puertas y ventanas. He conocido barracas de madera con una sola puerta, chabolas de plancha de hierro galvanizado sin una ventana.

He dicho que es un término de leguleyo la expresión “de sol a sol”. Dejadme expresar que nuestros días sin sol no han tenido término y que hemos vivido sin ley –sin aquella parte favorable para los ciudadanos que la ley brinda- y en la mas ilegal soledad.

Muchos días han quedado inutilizados por los frecuentes traslados de campo, de barraca, de compartimiento, de sitio.. ¡También es un cambio de lugar el correrse más allá o el echarse a un lado! Y muchos días que hubieran sido útiles, se han hecho inutilizables por la necesidad de proceder a la limpieza de la “concha del caracol” y sacar al exterior toda la baba.  Muchas horas se han perdido instalando y desinstalando, montando y desmontando haciendo y deshaciendo, empezando y no acabando y vuelta a empezar.

Cuesta acostumbrarse a un confort primitivo, pero también se siente luego la pérdida de un clavo o una hendidura que resultaban oportunos, se echa de menos la familiaridad e intimidad de un rincón habitual! además hay que hacer servicios, procurarse cosas, poner o alargar la mano: se han perdido muchos minutos y muchas horas haciendo cola, aguardando turno, sufriendo inútiles esperas. Pero, aun con tanta pérdida de tiempo, el tiempo se no hace muy largo: en nuestra salud moral y material el transcurso del tiempo se hace sentir..

“Volved mañana, que no tenéis nada que hacer”. Esto ha sido un cliché estereotipado e  inútil! Equivalía al “hoy no se fía, mañana sí”. No tenemos nada que hacer, ni nada que esperar…! ¡Nunca ha habido nada que hacer!

Pero todo tiene su lado bueno, todo cristal tiene una faceta aprovechable, toda medalla tiene su verso y reverso, toda fe halla su Providencia.

Al poco tiempo para escribir, ha venido a corresponder el largo tiempo para meditar. Es quizá esta “preparación remota” lo que me ha permitido después escribir largas cuartillas sin retocar una letra, con una facilidad que ya quisieran para sí muchos que se hallan en la libertad y en la amplitud del mundo! Aquí nadie siente la tiranía de un editor o un redactor jefe. Pero yo tengo la dicha de contar con el lector más benévolo: mi esposa espera siempre con impaciencia mis cartas casi siempre… de algún fragmento literario zero… 

No he logrado hacer un diario, aunque trate de aprovechar y me proponga reunir materiales dispersos hasta que logre constituir un bloque de “hojas de calendario”. Simples notas se me han perdido. No por mi culpa están desordenándose continuamente mis papeles. El único orden que impera es el de mi memoria. Pero otras notas han pasado a ser una entidad superior: éstas no han vuelto a la nada, sino que se han elevado a un todo, a un conjunto.. han pasado a ser largos escritos, se han convertido en capítulos enteros!

Se ha desnutrido mi diario pero han sido nutridos mis restantes libros. Como un padre que ama igualmente a todos sus hijos, yo amo a mis libros que responden a un plan, ni más ni menos que a una carta íntima a los míos, que a una chispa de ingenio, que a un humorístico juego de palabras, que a una anécdota graciosa!

Y hasta puedo decir que amo a mis “hojas de calendario” como un padre ama – si no con más cariño que a los otros, con mas piedad- a un hijo desgraciado y raquítico.

Tengo notas en castellano, en catalán y en esperanto: los tres lenguajes conozco mejor o que domino más, aquellas en que había publicado mis libros.  Aunque teniendo en cuenta el número y la importancia de mis libros ya editados, debería clasificárseme como escritor en este orden: en esperanto, en catalán y en castellano. Y aquí he hecho bastante práctica de francés, que –como todos los idiomas que conozco- escribo mejor que hablo. Tengo escrito o proyectado algo también en francés.

Reúno mis notas, en este legajo de documentos sobrantes, sin preocuparme por el momento de traducirlas, en una mescolanza lingüística o de forma. (1) apartándome de mi primitivo plan, por haberse multiplicado (…) mis escritos y por aconsejarlo así conveniencias editoriales, he decidido que este libro contenga solamente mis “hojas de calendarios” redactadas originalmente en castellano. En cuanto a las otras hojas de calendario redactadas originalmente en catalán, pasan a incorporase al libro “ Campo de  concentración de Francia”, mis notas en esperanto integraran el libro “Post la Hispana civila milito” (después de la guerra civil española), y quizá reuniré todos mis escritos en francés en un libro titulado “LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNITÉ” que responde a la heterogeneidad del texto o del fondo: hay cosas que quizá solo tengan valor, sentido, gracia, significado o interés para los que conocen al autor, para los que saben mi vida.

Hay simples notas, anotaciones brevísimas, bajo una fecha; pero por fin, a muchas “hojas de calendario” les he puesto, además de mencionar el día de autos, un titulito. Por sus dimensiones, muchos de mis escritos podrían ser impresos al dorso de una  "hoja de calendario”; pero hay también muchas largas narraciones, que en rigor ¿?. al dorso de varias hojas y que reflejan efemérides notables e imposibles de digerir en un día.

Así, pues, este libro –el último y el más humilde de mis libros- viene a ser una especie de desván, de cuarto de trastos viejos, el cajón de un sastre, el montón de un trapero..

Pero espero que esto no será un grande inconveniente: a veces en un montón de basura se ve algo que brilla…


Epílogo al prólogo

Ya había adaptado el título: “Hojas de Dietario” pero no quiero parecer ser un plagiario del escritor barcelonés Carlos Soldevila –si acaso que lo sea inconscientemente- autor de tantas “Hojas de Dietario” también a veces así en castellano y otras veces “Fulls de Dietari” en catalán, publicadas en un rotativo barcelonés. Aunque me honraría el hecho de que se me hallase cierta coincidencia de estilo y de gustos con el admirado escritor. Y no escribo “mi admirado amigo”, porque solo una vez estreche su mano en una presentación, y aun siéndole amigo, no puedo decirme amigo de un amigo que no me recordará!

Por todo eso he acabado por adaptar para este libro el título de “Hojas de calendario”. Por todo eso –por todo lo ya explicado- y por algo más…

La expresión “Hojas de Calendario” reflejara mejor el carácter volandero y sin pretensiones de mis notas. Si me permito hacer algún chiste, podría decirse que es un chiste de calendario. Tal título estaría más de acuerdo o más en relación o más en consonancia, con los calendarios que venimos haciendo sobre nuestro probable porvenir y con la lentitud con que vamos arrancando las hojas del calendario…

¡Hasta que con gesto enérgico y vigoroso podamos arrancar de una vez todo el bloque! Arrancar de nuestra alma el recuerdo de esta época, arrancarnos esta noche de encima, huir de los recuerdos de esta pesadilla..

Por ahora vamos viendo como sigue aplazándose sine die la convocatoria de nuestra tranquilidad…! La hora en que nuestra vida  se aplaza… ad calendas graecas!




30 de enero 1940

Campo de concentración de Bram

Quartier B 

Baraque 43


Queridísima esposa:

Perdona que hasta ahora no te haya escrito una carta larga. Pero voy a contarte una anécdota.

En las mañanas de este terrible mes de enero, al levantarnos, no podíamos lavarnos la cara. Yo iba a escribir y no podía. Se había helado, dentro de la barraca, el agua de la cantimplora y hasta la tinta de la botellita.

Pues bien tenia helada la tinta, heladas las manos, helado el corazón y heladas las ganas de escribir. Ahora que parece haber amainado la ola de frío cuando el ambiente y mi cuerpo no se hallan tan entumecidos, voy a escribirte.



13 mayo del 1941

Dios aprieta, pero no ahoga


Gracias a la benevolencia de mi amigo Cervelló, ha hallado la manera de iniciar con éxito las gestiones que no han permitido al fin recibir la…(…) poco de leche.


Lo que no pude obtener de la amabilidad de una enfermera francesa, ni de la amabilidad de un médico francés, lo he obtenido de la enfermera suiza, Mlle. Mayon y de la (...) de otro suizo, mr. Dubois, residente en Toulouse. ¡Viva Suiza!


Mis amigos Cervelló y Sales, refugiados españoles que intervienen en el reparto de leche o empleados del Socorro suizo, han acogido con alegría mi notación de que ya todo estaba arreglado. Viendo mi documentación en regla, me han asegurado que mañana ya empezaré a tomar leche. No la había tomado desde el día de septiembre del 1939, aciago día en que abandoné el refugio de Montolieu. He pasado hambre de leche, he pasado hambre.


Mis amigos me han asegurado un porvenir más risueño y uno de ellos ha exclamado: 

Dios aprieta pero no ahoga.


Como un anticipo de las gracias del paraíso, en un arranque de generosidad me han ofrecido –para que probara  un vaso de leche. Estábamos solos. He tomado el vaso de leche con agradecimiento y me he dispuesto a beberlo con avidez. Pero la leche se me ha atragantado, casi me ha caído el vaso y he ensuciado la mesa. Y por poco me ahogo…





Carta  a su esposa: 15 junio 1941  Pabellón 10 del campo de Récébédou:


Y un cuento, a guisa de colofón! Aunque ello sea una cosa que te cuento, no es un cuento es rigurosamente histórico.


Era en el campo de Bram. En la cocina prestaban picos, palas y herramientas y había que devolverlos. Como hay gente muy olvidadiza, luego tenían que pasar a reclamar por las barracas.


Un día el mando francés dio una orden: que se presentasen a la puerta del quartier D, a una hora determinada, todos los que tenían pioches. Hubo una aglomeración extraordinaria: un mal interprete había traducido pioches  por piojos y no por picos.



5 juliol 1941

La dama hongaresa

Els més assidus concorrents a la biblioteca –no al departament de lectura, sinó a les taules d’escriure- som “la dama hongaresa” i jo.

L’un de l’altre hem remarcat que sempre escrivim. Em demana coses, em pregunta coses, em manlleva coses, ens saludem particularment i constituïm una mena de “pen club”. És així que hem acabat per parlar de la guerra. S’horrorritza dels èxits alemanys –almenys segons la premsa que podem llegir- i maleeix Hitler. Suposo que és més o menys de raça hebrea. Ella no em va dir que havia vingut  aquí amb els jueus alemanys, però que ella era d’Hongria.

No sembla pas gaire vella, però està malalta. Un dia que jo la consolava em va fer:

Un altre hivern encara? No ho podré aguantar!

I gairebé se’m va posar a plorar. Parla força bé el francès. Sap l’italià. Li havien dit que, per a les persones que saben l’italià i el francès, l’espanyol es joc de poques taules. Però diu que veu que no es així. Em va demanar el meu parer.

Jo, també escèptic quant a la “facilitat” de les llengües, li vaig respondre:

Sí és clar! Però també hi ha manuals per a aprendre l’anglès en quinze dies!

Molts dies la trobo asseguda als graons del pavelló- biblioteca, esperant que obrin la porta. Volem ésser dels primers, per tal d’arreplegar bon lloc. Però no som rivals. Un dia de vent, com que el bibliotecari trigava a venir i era molest esperar-se al defora, em va dir que se n’anava al seu pavelló, dels més pròxims i que quan arribés el bibliotecari jo li fes un crit.

Va somriure’m

Bitte!

I va agregar:

Faites ou-ou!

I avui és un dels dies que li he fet u-u....

.......

Sembla no haver-hi per a nosaltres altre refugi que la mort, però hem de creure en la vida i esperar que un dia o altre algun cridarà:

Respectin la vida dels refugiats!




6 agosto 1941

Sra Ángeles Doménech de Grau

Mi querida esposa

16 julio. Recibí un paquete postal que contenía: un kilo de azúcar de uva, una lata de medio kilo de confitura de albaricoque, una docena de bizcochos o galletas especiales y una veintena de pequeñas zanahorias. Mi amigo Jakob –he descubierto en él un verdadero amigo- director de le UEA de Ginebra, no pudiendo mandarme desde suiza nada de víveres pues está prohibido y lo poco que últimamente intento conseguir por mi cuenta se perdió, ha tenido la bondad de escribir a varias personas residentes en Francia rogándoles que me ayuden en lo posible. Y la ayuda, como lluvia benéfica, no ha tardado en venir. Este paquete que te estoy describiendo.

 La primera persona a la cual Jakob pidió que me ayudase resulta que es un joven e inteligente esperantista que conocí en el campo de Bram y volvimos a encontrarnos en Argelès. No solo hablamos de Esperanto y en esperanto, sino que hablábamos mucho en francés. Este amigo no solamente se interesaba por el curso de esperanto que yo daba sino también mucho por todas las aficiones que yo tengo.. y es aficionado a hacer versos como yo. Como es un chico muy joven, de unos veinte años o algo más –está en Francia con su padre- yo me permitía ser su maestro… Se parecía a Capdevila, al Capdevila de cuando le conocí.. Si no he sido para Capdevila precisamente un maestro, él ha tenido siempre conmigo las atenciones de un fiel discípulo.

De Argelès dicho joven amigo salió para trabajar, formando parte de un Groupe de Travailleurs étrangers poco después yo salí para este campo-hospital. Pero no perdimos contacto y (...)




25 août 1941

El solo de violín

La música eleva las almas y hasta los cuerpos. La afición al baile parece imprimir a la pesadez de la materia un movimiento ascensional. A veces hasta los ascensores hacen música,

La música encanta a las serpientes –las mujeres tienen mucha sensibilidad musical- y Orfeo domestica a las fieras (pero pido perdón si mis alusiones resultan demasiado malignas)

Muchos de estos judíos alemanes con algunos de los cuales nos hemos peleado por agua, han venido a redimirse  por su afición a la música. Precisamente haciendo cola para la leche, donde hemos tenido tantos incidentes, fue donde y cuando se nos manifestó la eficacia ennoblecedora y creadora de la música.

Cesaron los gritos y discusiones de una larga y desordenada cola cuando empezaron a chillar los cuatros altavoces de la radio, se fue afinando el tono y el concierto y se dejó oír finalmente un solo de violín. El concierto terminó el desconcierto, las altavoces hicieron callar las voces y la radio hizo los rostros radiantes!

Escuchamos un solo de “Rigoletto” y otro de “Tosca”. Quedábamos unidos por la emoción del arte y por la universalidad del lenguaje de la música, desaparecían los odios e incomprensiones de razas y lenguas, cesaban las querellas entre judíos y españoles.

Cuando mi padre lamentaba contrariedades, una tras las otras, yo le oía exclamar:

Sempre plou sobre mullat!

Un amigo mío, aludiendo a ciertos aspectos desagradables de la “convivencia” que nos ha tocado en suerte, exclamaba:

Judíos…y alemanes!



1 setiembre 1941 

a mi querida angelita? Angelina

(…)  digo pues que últimamente he podido llenar el estómago… y ya antes de vivir en Francia, sabía distinguir el matiz entre gourmet y gourmand. Con el confort estomacal sólo con evitar la sensación de tener hambre y sin necesidad de recurrir a ningún (...)… se siente uno eufórico. Ahí está todo el secreto de mi elocuencia epistolar.

Aunque he leído la obra “Els orígens del coneixement” de (nuestro) Ramon Turó, que desarrolla filosóficamente la teoría de que el origen del conocimiento es el hambre, así , como, según Freud, el origen del sentimiento es la libido, cosa aquella confirmada por el saber popular de Castilla cuando dice que “el hambre aguza el ingenio”, también es verdad que el (….) De Catalunya ha creado el aforismo “tots els masses piquen”  y que las escuelas filosóficas de Turó y de Freud quizá se resienten de que el filosofo catalán era veterinario y el filosofo vienes (austriaco) era médico. Han rellenado recientemente mi orgullo dos giros postales: uno de Suiza, ya puedes suponer de quién, de 200 francos y de Francia de 50 francos. El remitente de este último es un profesor francés llamado Jean Bau. Los cincuenta francos me los dejo Bernhard Selzer, el embarcado a Marsella hacia Nueva York. Mi nuevo amigo Beau.

Mis últimos (...) de estómago ha contribuido el paquete n°6 de Mlle. Jeanne Dedieu, que contenía un pan de a kilo y un poquitín de chocolate. 

Después de una buena comida, va bien ir al teatro o a un concierto. “la digestión del burgués”. El día 21 de agosto tuvo efecto el segundo concierto a cargo de los judíos alemanes. Superó al primero como apreciarás por los siguientes detalles. Pusieron en la puerta un artístico programa, del cual copio esto: 


Kultur-bund Récébédou

Zweites konzert 

Mitwirkende und programm

SOPRAN Else Eis : lieder von Schubert, Arien aus « la Bohème » und « Samson und Dalila » BARITON : Norbert Nadelmann : Arien von Händel, Lieder und Balladen von Schubert und Schumann

VIOLINE Alexander Sander : Werke von Schumann, Beethoven, Gounod…

Ferner :

DUETTE aus den Opera « Mignon » und Figaros Hochzeit » Frl. Eis, Herr Nadelmann

Am KLAVIER : Frl Besag, Frau Openheimer


Al entrar ya observé que había iluminación extraordinaria y una pantalla en que proyectaban la luz eléctrica hacia el « escenario » y que habían quitado las mesas y dejado sólo los bancos del comedor. Antes de empezar el concierto, los brancardiers entraron a varias ancianas y inválidos en sus literas.

La gente iba bastante bien vestida y al sentarme hasta noté un perfume barato: es que acababa de pasar eine Frau. Esta vez asistí el comandante del campo y fue al entrar cuando tocaron La Marsellesa. En el discursito de ritual, uno de los organizadores dijo, en francés y en alemán, que le comandante había tenido la bondad de facilitar el piano.

Destacan los siguientes números: “la muerte y la jovencita” de Schubert, la serenata de Tosselli; “jubílate” con unos pianísimos, que el barítono repitió porque la otra vez estaba algo enrhumé. También repitió “Los Granaderos” para que le oyera el comandante; y un fragmento de la Opera “Mignon”, del cual cacé estas palabas:

 « je me vois triste et solitaire »

Te abrazo, os abrazo todos para hacerse pasar la tristeza, tu marido Jaime.




Original manuscrito.


6 septiembre 1941

Querida esposa
….quizá sea excesivo hablar de desierto cuando la acción de tantos amigos a distancia hace llevadera mi situación. Pero es que he vivido meses y meses tirando sobre la arena. Aunque puedo mirarme en el espejo de otros más desgraciados todavía.

Ahora te explicare dos anécdotas o cuentos judíos. Me he convencido -mi amigo Dalmau diría por fin!- de la….(¿??) aunque no absoluta del método Berlitz. 

Hay aquí unos “váters” muy bonitos y muy bien construidos, pero que resultan pequeños. Y los (...) han construido junto a ellos otros.(¿?). que también resultan pequeños. Cada dos o tres semanas vienen a vaciarlos, pero esto es insuficiente. Mejor dicho: los váters son insuficientes. Esto hace que todo el mundo vaya en busca de un váter lo más limpio posible, pero cuanto más limpio se desea, ¿?… más crecen las probabilidades de hallarlo ocupado. Siempre los hallamos ocupados! Es así que los españoles han podido aprender la frase que los judíos gritan desde dentro de los cuatro váters completamente llenos, frase que no es precisamente sacramental:
Alles besetz!

Vaya el método Berlitz. Pero desafío a Dalmau que me diga si en los cursos se daban frases prácticas de este modelo, de uso otidiano. Pero a pesar de críticas e ironías, el método berlitz conserva su superioridad.¿?. relativa. Si hay español que ha aprendido aquí una única frase en alemán, esta frase es "Alles besetz".

Ellos también han aprendido en justo intercambio una frase española. Como los españoles les arman bronca cuando se intentan colarse, han oído pronunciar repetidamente:
A la cola!

Y todos sin excepción saben ponerse  a bramar cuando es un español el que intenta colarse:
Ala-kola! Ala-kola!

Hay que fijarse en este matiz: nuestros váters siempre están completamente ocupados y siempre están completamente llenos.
En las frecuentes discusiones se tropieza la necesidad de saber expresar enérgicamente, rotundamente una negativa.
Todos los españoles han aprendido a decir:
Nicht!

Y aunque no venga correcto… los españoles lanzan un no, lanzan un mentís a la cara de sus adversarios, vociferando: 
Nicht!

Resulta un espectáculo muy airoso. A mí me recuerda la especial energía con que yo había oído pronunciar esta palabra a un bajo de opera en el Lliceu:
Nicht!



22 setiembre 1941

Con motivo de iniciarse el año 5702 del era hebraica, los judíos nos obsequiaron  a los españoles con café bueno, bizcochos y uva.
Hace unos días que un compañero me da su reenganche de carottes y boudín, una butifarra de sangre de baja calidad. Los que trabajan reciben un suplemento de pan y mejor comida. ¡Y como yo soy un gandul! Pero algunos ven que si que trabajo en lo que puedo trabajar y que soy digno de mejor suerte.



26 octubre 1941
La abundancia de bicicletas

Hoy ha venido a verme mi amiga de Toulouse que cada vez hace los siete u ocho kilómetros en bicicleta.

Yo ya había visto la abundancia de bicicletas en Francia y me habían dicho que en otros países, Holanda por ejemplo, tal abundancia era todavía mayor. Antes de venir a este campo-hospital, solo había visto a muchos gendarmes salvar las distancias en bicicleta en el interior de los campos de concentración. Pero aquí veo frecuentemente a las enfermeras pedaleando y luciendo las pantorrillas. La cruz roja, unas tocas semi-monjiles, unas largas capas – aquí hace mucho frio para un español aunque esto sea el Midi de Francia-, una charla sonora y unas risas y unos saludos cuyo sonido se pierde rápidamente con la velocidad de las bicicletas…

La cruz (Cruz) –roja Roja- parece hacer una extraña alianza y revestir ciertos caracteres heréticos… alguna de las jóvenes enfermeras no lleva la cruz roja, sino la cruz blanca de suiza. (Pero sobre fondo rojo!)

La cruz mezclada al deporte o a la técnica y moviéndose en un aire y con un aire de feminidad! Nuestras enfermeras biciclistas resaltan –sus bicicletas van saltando por los  baches de la avenida circular y por las “allées” transversales en medio de los pabellones- por el lujo de sus medias, a pesar de la guerra y del armisticio y por una cruz roja en el pecho o en la frente. El pecho o la frente de una mujer.

Mi amiga había tardado exactamente doce semanas –doce domingos- en venir a verme, después de su última visita. (¿?). al principio me visitaba una vez al mes, luego sus visitas se sucedían cada seis o siete semanas… los pobres se quejan amargamente el día que han recogido pocas limosnas.

Me aclaró que la última vez no la dejaron entrar en el campo a causa de la reciente epidemia tífica y yo me perdí la alegría de su visita y el provecho de sus habituales regalos: una sopa caliente en un termo, una caja de fruta..

Se ve que la impresionaron las medidas sanitarias y mostraba una cierta aprensión: las varias semanas que el campo ha estado cerrado, esto se ha convertido en un campo de concentración de microbios.

Me preguntó:
¿Y ha habido muchos muertos?
Le respondí suavemente:
No. No ha habido más muertes.¿?. que las que no es posible evitar.

La última vez había traído fruta que me partí con un amigo y fuimos a ver a este, que además se había quedado con una caja de mimbres trenzados que teníamos que devolver a la amiga. 



7 octubre del 1941
Prohibido el esperanto

Varias veces he recibido de la censura –la censura es muy poco amable y se merece toda las censuras- un sobre vacío. O un sobre con una carta mía hecha añicos ….O un sobre –como el de hoy- que solo contenía un minúsculo papelito.

Los señores censores pueden interceptar, si este es su criterio todas las cartas. Pero mandar de una carta solamente el devolver al remitente una carta después de haberle hecho el honor ….de la censura …. esto ya no es una censura, sino una burla.

Las burlas hacen como las procesiones: vuelven al lugar de donde han salido. He corregido pruebas de imprenta, he hecho de corrector de estilo, pero nunca haría de censor.

La lingüística no es una ciencia exacta, la literatura es algo más que simple gramática, el arte .. lo más individual y lo más universal, el hombre liberal e inteligente no se atreve a decir donde empieza exactamente la incorrección…..hay que respectar el estilo de cada uno….el estilo es el hombre dijo el naturalista Buffon.

Yo he tenido que defenderme de… secretario de ayuntamiento…
Lo de hoy es más correcto. He recibido solamente unos centímetros de papel, el ángulo superior izquierda de la carta….

Dice así:
Laurent Béoletto, 8 rue de Nuit Marseille al sr… estimata…

El censor ha tenido la bondad de permitir saber la dirección de mi comunicante, desconocido para mí, si bien todos los esperantistas nos consideramos conocidos. Por el otro lado  .. unas pocas palabras en esperanto: tie vi estos pli bone? Tagita ne! Hospiatlo kaj vi estas flegita sed tamen falgita. Jn por vi. Vi estas malbone serias, sed vu estas nutrita.

¿Tie vi estos pli bone? Ahí usted estará más bien? Estoy en un campo-hospital. ¿Aludía el que me escribe a mi enfermedad? Habla de estar cuidado y estar alimentado. Ni estoy cuidado, ni estoy alimentado. 

En otras cartas…en catalán…si bien me las entregaban, el censor ponía en francés: solo esta admitido el francés y el alemán y el español (aunque en el tablón de anuncios del campo donde estaban encerrados españoles y judíos de todas partes, se dice que la censura admite correspondencia también en inglés, italiano, ruso y polaco).

Pero hoy el censor ha puesto en español: Prohibido el esperanto.
Las grandes letras, escritas con lápiz rojo, tienen todo del aspecto de un rótulo prohibitorio. El lápiz rojo refleja la mala sangre de los censores.

Prohibido el esperanto. No sería para no comprender la lengua internacional creada por el dr Zamenhof, judío polaco residente en Varsovia, en sus comienzos… con dificultades por parte de la censura. En el fragmento de carta que he recibido, las palabras en esperanto se hallan aplastadas, por el lápiz rojo del censor y por un  sello que dice:

Ministère de l’intérieur, Sureté nationale, camp de Récébedou (Haute-Garonne)
Censure:
El esperanto está condenado a ser  aplanado bajo el peso de los ministerios de las censuras…??

En España, el …de Franco ha prohibido imprimir y vender libros en catalán. En Alemania, el gobierno de Hitler ha prohibido imprimir y vender libros en esperanto. Yo tenía publicados libros en catalán, en Barcelona. Y uno en esperanto, en Leipzig: en la Esperanto Verlag Ferdinand Hrrte und sohn, propiedad de judíos.

Algunos creen que la lengua de Verdaguer es contraria a la lengua de Cervantes. Algunos crean que la lengua de Zamenhof es contraria a la lengua de Goethe o la de Molière. Pero los grandes hombres –y los hombre simplemente- no son contrarios unos a otros.

De los idiomas que conozco, los que mejor sé son el catalán, el castellano, el francés y el esperanto. A nadie le extrañaría que yo amara… las lenguas de Cervantes y de Molière que conozco mejor que muchos de los que las tienen como lengua nativa y cuya literatura he estudiado profundamente. El hombre que solo conoce un idioma se halla falta de puntos de referencia para hacer una comparación. El que solo de una faceta del diamante… y solo el hombre que se ausenta conoce profundamente a su retorno la belleza del hogar.



20 octubre 1941
La segunda epidemia tífica

Seguimos metiendo las manos en el agua cada vez que entramos en el comedor.

Hace olor a cloro y a lejía y nos han advertido que es mejor dejar que el agua se evapore. No hay ninguna toalla con que empujarse.
El agua es cáustica y perjudica los pañuelos y hasta los vestidos, que muchos se mojan sin cuidado. Pero los españoles llevamos casi todos los mismos vestidos que llevábamos al entrar en Francia. Yo llevo la misma americana que llevaba en febrero del 1939.

Y todo el mundo habla de la epidemia. Han suspendido todos  permisos para salir del campo y está prohibida la entrada de visitantes. Nos van empezar de pabellón a pabellón las vacunaciones.
En el campo de Bram, hubo otra epidemia tífica y estuvimos algún tiempo aislados. Parece que ésta es más benigna. Ha venido una comisión sanitaria de Toulouse y en la biblioteca nos hemos levantado al entrar el comandante del campo y unas damas de la cruz roja americana.

Todo el mundo se pregunta en honor si harían como en Bram. Después de la inyección, había que estar unos o dos días sin comer.
Pero es que hace dos años que no comemos!


20 diciembre 1941
El hombre y el perro

¿Habéis visto varios perros peleándose por un hueso? Yo he visto a un hombre que era un puro hueso, pelearse con un perro.

El hombre era un refugiado como yo y el perro padecía hambre como casi todos los refugiados. También los perros buscan refugio y también los refugiados llevamos una vida perra.

Hoy en las diversas allées, frente a los núcleos de pabellones, unos grandes cubos donde se echa la basura. Uno de los cocineros, uno de los pocos felices mortales de aquí –pues ..  siempre son verdad los adagios populares como aquel que dice “en casa del herrero cuchillo de palo”-, acababa de vaciar un plato en el cubo de la basura.

Así como los cadáveres atraen a los cuervos, como las carroñas llaman hacia sí a varias especies de animales, el plato que había salido de la cocina o mejor dicho los “detritus” vertidos en el cubo de la basura desde aquel plato, habían atraído a dos animales hambrientos: un perro y un refugiado.

El cubo era muy alto. El perro tenía puestas las dos patas delanteras en la orilla del cubo y husmeaba en su interior.

El hombre ha venido y ha cogido al perro, tirando con fuerzas de sus patas traseras, para apartarle del cubo, para disputarle la presa.
Pero el perro ha dado un salto y ha caído todo él dentro del cubo. Entonces el hombre, resignándose, se ha inclinado. Se ha inclinado ante el perro, se ha inclinado ante el destino y se ha inclinado también hacia el fondo del cubo de la basura.

El lobo de Gubbio era llamado “hermano lobo” por san Francisco de Asís. El hombre de Récébedou –el hombre de Récébedou pasara a la historia como el hombre de Cro-magnon- sólo por la fuerza ha llegado a un armisticio o a una pacífica convivencia con el hermano perro…



27 diciembre 1941 El folklore francés

Hoy hemos tenido una sorpresa… agradable. Se han presentado dos enfermeras, han entrado cada una al lado del pabellón y han dicho imperativamente, lacónicamente: 
Sortez!

El visitante no era una autoridad, ante la cual se tiembla, ni una comisión, ante la cual uno se interroga y por la cual a veces uno se interroga y por la cual a veces uno es interrogado.

Era un coro de niños, graciosamente engalanados y un sacerdote, probablemente el vicario de Portet-sur-Garonne, en cuyo término municipal está enclavado este campo-hospital.

El cura nos ha hecho un brevísimo discursito, los niños nos han repartido unos pocos caramelos, y al compás de la batuta de su director se han puesto a cantar una bella canción. Se ve que hay aquí la costumbre de ir a cantar por las casas los días de las fiestas de navidad, como en Cataluña las “caramelles” cantan por la pascua de resurrección.

Las “caramelles” son principalmente coros de adultos, pero los hay también de niños. Uno de mis más claro recuerdo infantiles es el de haber ido a cantar “caramelles”.

Los niños han salido rápidamente de nuestro pabellón, para penetrar en el pabellón de al lado. ¡Como un pájaro que se posa sobre una rama un solo momento!

Es de agradecer el bello gesto, el leve obsequio….hagámonos una ilusión; imaginemos que eso es casi darnos categoría de vecindad -llevamos en Francia tres años- a nosotros refugiados extranjeros!
El sacerdote ha dicho que debíamos agradecer a los pequeños cantores su alegre saludo, que la visita no pretendía otra cosa que sernos un rayo de sol…
“sol solet, vine’m a veure que tinc fred…”



27 enero de 1942
El traslado definitivo

Hoy han llegado 300 judíos alemanes del campo de Gurs. Resulta que allí comían todavía peor que nosotros. Después de la primera comida que han hecho aquí, todos hacían comentarios de satisfacción. Y aunque todos los traslados resultan molestos, algunos dicen estar contento de haber venido, por la mejora en la comida.
Ya enfermos en Gurs y enfermos por el camino, apenas llegados aquí tres viejos judíos han muerto. Han venido al campo-hospital de Récébedou solamente para que se les entierre en el cementerio de Portet-sur-Garonne.

Ya no sufrieron más traslados. ¡Descansan en paz después del traslado definitivo!



28 marzo del 1942
El color de la sangre
Y he aquí que la sangre que me queda –sangre con menos color que la normal- será examinada por los médicos de este campo.
Los médicos han empezado por el pabellón 1 un lento examen de todos los alojados aquí hasta que nos toque someternos a inspección a los de mi pabellón 79, tenemos tiempo de ponernos en remojo.

Un farmacéutico de Fraga que duerme en mi pabellón acaba de ser enrolado para ayudar a tal trabajo extraordinario. Según sus explicaciones, los médicos, enfermeros y ayudante examinan diariamente –aparte del trabajo ordinario- a unos treinta refugiados más o menos enfermos (que no son aptos totalmente para el trabajo).

Preguntan lo que pesaba uno en época normal, le mandan desnudarse por completo para un examen médico, comprueban lo que pesa ahora, le cuentan la ¿?…., le ponen el termómetro en el ano para apreciar exactamente su temperatura, le sacan unas gotas de sangre y comparan el color de ella con el de unas hojas donde hay todos los matices del rojo. Todos los datos van a enriquecer la fecha de cada cual, dicen que se quiere estudiar en nosotros todos los efectos del hambre y de la miseria fisiológica, se determina por la sangre de mis venas nuestro grado de depauperación y nuestra pobreza con glóbulos rojos. Y quizá se compruebe también hasta qué punto son los rojos política o socialmente y desde que punto somos republicanos enemigos de la nobleza nobiliaria de sangre azul.

Hay aquí aparte de diversas minorías nacionales, dos grandes grupos: en primer término los judíos alemanes y en segundo término los refugiados españoles. En primer término o en segundo término, todos resistimos males sin término..

Hay rusos, polacos, austriacos, alemanes, italianos, rumanos, griegos, turcos, checoslovacos, yugoslavos, belgas, holandeses, portugueses… de todas las nacionalidades y todas las sangres..
Hay títulos nobiliarios y magnates del comercio: todas las profesiones y gente sin ninguna profesión... gente de sangre azul y gente sin entrañas…

Hay alemanes y polacos con un 100, un 75, un 50 y un 25 por ciento de sangre judía: hay españoles con más o menos sangre torera…
Con tantas sangres se comprende el trabajo que tienen los médicos en manejar sus hojas con la gama del rojo: la sangre, al empobrecerse en glóbulos rojos, va haciéndose cada vez mas blanquecina..

Ahora comprendo del todo la expresión: “hombre con sangre de horchata”..



6 abril de 1942
El ball dels tuberculosos

Un amic m’ha trobat i m’ha trobat tot preocupat, deprimit...M’ha invitat a anar al seu pavelló, el 25, on toquen l’acordió i ballen!
Li he fet, estranyat:
El 25?
I m’ha confirmat, tornant-se una mica vermell
Sí, el 25!

No fa gaire temps fou dissolt l’hospital del “Cours Dillon”, de Toulouse – per a refugiats estrangers i foren traslladats ací els malalts menys greus.

Amb tal motiu ha estat ampliada la nostra infermeria, que no ocupa ja dos pavellons com abans, sinó cinc o sis. El pavelló 35 l’habiten els tuberculosos lleus.

Al costat esquerre del pavelló dormen els que no passen tot el dia ajaguts al llit, sinó que surten a passejar i fan gairebé la mateixa vida que nosaltres. La principal diferència és que ells no han d’anar als menjadors, els ho porten tot al pavelló, i gaudeixen de millors llits, llits veritables amb capçalera i tot, uns "coquetons" llits d’hospital.

Havien arraconat alguns llits i improvisat una petita sala de ball per a quatre o cinc parelles. Com que allà és la infermeria d’homes, no cal dir que les balladores no eren malaltes, eren amigues invitades. Joves xicotes espanyoles que tenen càrrecs en  diverses dependències i... ganes de ballar.

L’element masculí sí que era del pavelló 25. Un equip de dansaires, més o menys tuberculosos, amb l’heterogeneïtat produïda per la diversa nacionalitat dels components, però amb la unitat que els dona el bacil de Koch. Com a mesura prudent, les finestres eren obertes. Una infermera francesa era present, no en qualitat d’infermera, sinó d’amiga invitada. Parla un xic el castellà i freqüenta els espanyols del camp.

Aquest ball té una motivació en el fet que avui és dilluns de Pasqua.
Jo he entrat quan arraconaven els llits i tothom sortia a la porta, on anaven a fer una fotografia d’un grup d’allotjats en el pavelló... i de les senyoretes invitades.

El meu amic ha hagut de sortir a fer-se retratar. Jo he seguit tranquil dins el pavelló en companyia d’un iugoslau que s’anava vestint lentament i que en un mal castellà havia pregat que l’esperessin només “cinco minutos”.



9 abril de 1942
Los dos médicos

Al principio había aquí un solo médico –francés- para mil quinientas personas. Y no se trataba de una población normal, sino de una población de enfermos. Por fin se han decidido a hacer como en otros campos: aprovechar a los mismos refugiados.

Ahora se ve a menudo por el campo moverse dos batas blancas: la del médico francés y la del médico yugoslavo Miriloff. Y han agregado también al servicio de la enfermería al judío polaco Dr Moisés Bor y al padre de mi amigo Marzo.

Este me ha explicado que el médico yugoslavo vino a España a hacerse aviador y después soldado y medico de las Brigadas Internacionales. El médico francés estuvo también en España como sanitario, pero en el otro lado de la barricada.

Y ahora se pasean los dos juntos con sus batas blancas: el color blanco, símbolo de la paz…



12 abril 1942
Hoy también es domingo

Esta tarde he sido invitado a una fiesta en el pabellón 78. Creí  que se recababa mi concurso para recitar algún verso uno de los próximos días pero el amigo visitante –un mutilado- ha precisado que se trataba de una fiesta íntima esta tarde mismo: un baile con acordeón.
Como yo no bailo, mi amigo ha añadido: es que haremos un pequeño obsequio a los ….! Y así una cosa ha añadido casi.: celebramos en la intimidad un aniversario. Me he apurado a responder que asistiría .. y aunque no bailo me gusta escuchar bailables…me gusta que mis ojos bailen siguiendo a las bailadoras y que vayan danzando….

Habían desalojado por completo uno de los departamentos y en otros dos habían hecho sitio asignando las camas. El acordeonista ha empezado a tocar y en seguida han acudido mujeres y niños. Después de unas cuantas locuras –los organizadores del pabellón 78 han tenido un gesto generoso!- se ha ofrecido una champaneta? a cada concorsante y se ha obsequiado con  “gâteaux” a las señoras, a las muchachas y a los niños y niñas…cigarrillos en los labios de alguna muchacha. Cuando la fiesta se hallaba en su auge han comparecido tres compagnons i la fiesta se ha interrumpido y como los organizadores sólo tenían un permiso verbal del jefe del campo, los guardias han cerrado las tres puertas han ido anotando el nombre de todos … se han marchado llevándose el acordeón.

Al salir han amonestado al jefe del pabellón por todo aquel derumche (derroche?), que así degeneraban orgía y le preguntaban con sorna:
Y para hoy precisamente han organizado ustedes este baile?
Los responsables han respondido humildemente:
Es que hoy es domingo…

Como el día de hoy también el 12 de abril de 1939 era un domingo.



13 abril 1942
La alegría de la primavera

El baile de ayer, lamentablemente suspendido, tuvo una segunda parte.

Los organizadores, que tenían el permiso verbal del jefe del campo, fueron a contarle lo ocurrido. Y el jefe, muy amablemente renovó su permiso para continuar el baile después de la cena.

Debió de pensar que sus subordinados habían sufrido un trop de zèle, o debió de decirse que al fin y al cabo el celebrar el aniversario de una cosa legal y pacífica no era punible. Hagámonos la ilusión de que sobre todo esta última consideración influyó en el ánimo del director. El caso es que, al reanudar la fiesta, los ojos de todos brillaban y las felicitaciones a los organizadores afluían de todas partes. Para no dar motivo de queja, el baile terminó a las nueve en punto. Hubo tiempo a pesar de todo, de dedicar un último baile de cojos a los mutilados de la guerra y un joven, que en la fiesta del día de navidad había hecho de payaso, hizo un serio discursito y clausuro la fiesta con un viva de tres palabras.

En la segunda parte del baile participó hasta la hija de un popular compagnon que se despidió de nosotros deseándonos que bien pronto pudiésemos gozar toda la alegría de la primavera.



23 abril 1942
La exhibición de esqueletos

Hoy tenía que venir el Prefecto pero no ha venido. Querían hacerle presenciar, en el pabellón 20, el reconocimiento general de albergados que se prosigue cada tarde. Los hombres, preparados para desnudarse y los médicos dispuestos  a empezar el examen. ¡Pero no lo empezaban aguardando que viniera el ilustre visitante! Todo estaba preparado. 

El otro día se presentó no sé qué otra autoridad, no tan alto, pero sin previo aviso… y sin previas preparaciones.

Y vio casualmente a los hombres desnudos que aquel día eran reconocidos: por una desgraciada casualidad –el que me ha contado la anécdota se hallaba presente, pues forma parte del personal sanitario- se había reunido lo peor del campo…
¡una exhibición de esqueletos!



25 abril de 1942
Todo está bien si acaba bien

Hoy ha tocado el de nuestro pabellón 2 –pero, a los efectos de esta revisión de esta revisión médica general, aun contábamos como pertenecientes al pabellón 79 de donde fuimos trasladados hace tres días- el ir a revisión médica.

Ya nos llamaron ayer, pero se presentaron cincuenta refugiados, todos más o menos enfermos, procedentes del campo de Noé y hemos tenido que acudir hoy al pabellón 20, habilitado espacialmente para esta revisión general.

Por la mañana, nos han hecho una radioscopia. Entrábamos de diez en diez con el torso desnudo y nos daban un número: a mí me ha tocado el 8. Un médico y una enfermera nos miraban, desde el otro lado de la pantalla verde fluorescente,  rápidamente el pecho. Creo que solo miraban los pulmones, a la busca y captura de tuberculosos.
El médico del campo iba dictando a la enfermera sus observaciones. Ante el pecho de uno de los diez ha murmurado en francés algo así como:
UY, uy, uy qué muestrario!

Y ha dictado varias frases a la mecanógrafa, digo a la enfermera o su secretaria.

Ante otro hombre –ante otro pecho- ha murmurado desviación y otras cosas terminadas en ón. 

Y casi siempre hacía una pequeña observación. Estoy orgulloso porque de mi pecho no ha dicho nada y ha terminado pronto.
Esto confirma mi suposición de que solo miraban los pulmones, que siempre he tenido buenos. Respiro.

No sé si se ha fijado en mi corazón, mi punto flaco. Pero no ha dicho nada. Lato. No es que mi corazón lata muy bien, pero doy muy buena lata.

Hemos salido los diez pechos desnudos y hemos ido a comer. Esto de “desnudo el pecho” parece más adecuado para unos nobles guerreros que para unos enfermos… no precisamente desganados.
Por la tarde hemos vuelto. Un farmacéutico –refugiado español- nos examinaba la orina. Veía si tenía una reacción acida o alcalina y si teníamos albúmina. Como todos –siempre en grupos de diez- estábamos completamente en pelotas y tal situación aun para los hombres resulta algo embarazosa, alguien ha afirmado que el farmacéutico, al examinar la orina, nos trataba como a mujeres embarazadas.

Otro auxiliar –refugiado alemán- nos tallaba y nos pesaba. He visto anotar en mi fecha 1 metro, 63 centímetros y 57 kilos, 900 gramos. Creo recordar que a los veinte años yo media exactamente 1, 63 metros. Y recuerdo –ay!- que yo había llegado a pesar 85 kilos. He dicho que mi corazón es mi punto flaco, pero ahora estoy flaco en más de un punto. Desde el principio de la guerra española –desde el comienzo, porque las guerras no  tienen principios- debo de haber perdido cerca de veinte kilos. Pero estoy mejor ahora. He recuperado la línea. …

Un médico –refugiado español- nos contaba las pulsaciones y luego nos daba un pinchazo en la yema de un dedo y extraía unas gotas de sangre. No sé que habrá opinado de mí al tomarme el pulso, pero mi sangre ha resultado satisfactoriamente roja y me ha dicho que mis glóbulos rojos se hallan casi en cantidad normal. Yo tengo la suerte al revés. No tengo, en el día de hoy, cara de lástima. Esto quiere decir que a mí no me darán –las autoridades del campo- suplemento de comida. Habré de seguir suplementándome valiéndome de mis propios medios. (Esto de mis propios medios se refiere a mis propios amigos, que son amigos enteros y se conducen conmigo más que como medios amigos).

Hoy estamos a 25. El 22, 23 y 24 recibí un donativo de 50 francos –con la consiguiente inmediata visita a la cantina –y dos paquetitos de comestibles. Cada día un auxilio de la providencia. Pero no se crea que estas rachas de buena fortuna sean tan seguidas. No tengo ningún contrato hecho con ningún próvido proveedor.

Otro médico –también refugiado, pero no español- nos ha golpeado con un martillito las rodillas, hallándonos con una pierna sobre la otra, y nos ha hecho levantar los brazos, procediendo como un maestro de gimnasia. Nos hace adoptar diversas actitudes y posiciones y nos preguntaba si nos sentíamos cansados. El martillito iba actuando. ¿Es que a nuestro cuerpo han ido agotándole a macha-martillo?

Otro auxiliar –refugiado argentino, procedente de la guerra de España- nos tomaba la temperatura. Creo que yo era de los que alcanzaban la normal. Nos hacia tumbar en una cama ad hoc y, siguiendo la costumbre francesa, nos metía el termómetro en el ano. ¡Las costumbres francesas son muy originales! Parece ser que donde la temperatura del cuerpo humano se parecía mejor es en tal ingrato orificio…

No sé si con las mujeres el argentino hará igual. O quizá sean mejor las enfermeras las encargadas de tal trabajo. ¿Aprecian también el calor máximo de las mujeres –las cuales tienen tantas curvas- al final de los rectos?

Finalmente un médico –refugiado yugoslavo- me ha medido la fuerza muscular, haciéndome apretar un aparato con la mano derecha. Yo he hecho el ridículo: tuve el ataque en el brazo derecho. Me ha rogado que volviese a apretar. He hecho un esfuerzo y me ha parecido que le producía .. sensación. No ha dicho nada. Se trabajaba en silencio. Hablaban las fichas, que iban pasando de mano en mano cada vez más elocuentes. En la mía había la indicación: endocarditis.
Luego el mismo médico nos hace tumbar en otra cama! Quietos brazos y piernas! Y nos media la presión arterial. Me ha parecido tener como siempre hipertensión: 17.

Este  médico nos daba las gracias, nosotros se las dábamos a él, y la enfermera auxiliar no debía de adjudicar ninguna a tantos hombres desnudos.

Y al final de la exhibición, los hombres salíamos del salón.

Como se ve, yo –quizá precisamente por ser corto de vista- soy bastante observador. Dicen que los miopes son buenos correctores de imprenta y que no hacen faltas de ortografía.

He observado que de los diez de mi grupo uno era muy jorobado, otro llevaba una pierna ortopédica, y otro –que tiene la carrera de médico- era sordo de guerra. Hasta ahora solo había visto sordos de conveniencia y sordos de.. paz! Nunca había visto una linda joroba a lo vivo, ni había apreciado al desnudo al trágico y consolador artificio de una pierna de mutilado.

Y he visto como veían que uno tenía los pulmones deshechos y era un desecho; y que un hombre de sesenta años, de estatura en España muy normal, pesaba… 37 kilos!

Explicación: este hombre, que residía en un pueblo de la provincia de Cádiz, donde era maestro, lleva ya, en España y en Francia, casi seis años de vida de refugiado. El pobre hombre sí que ha pasado más hambre que un maestro de escuela.

De mi grupo de diez hombres, otros dos pesaban 42 kilos y medio y 44 kilos: eran un capitán de carabineros jubilado y un alcalde de una importante ciudad asturiana, septuagenario.

Yo, con mis 57’900 kilos, fui de mi grupo el hombre más pesado. Pero siempre tuve tendencia a ser un peso fuerte…



26 abril  1942
La misa por radio

El pabellón, donde está el socorro suizo y a donde vamos cada mañana a recoger la leche, se halla no lejos del local habilitado para iglesia católica, con un rótulo en la puerta que dice “foyer”.

Hoy, al salir con mi bote lleno de leche, he oído unos cánticos y me he dicho que debían de proceder de la iglesia. Eran de las nueve o las diez, hora del “oficio divino”! pero me ha extrañado que la misa fuese cantada!

Una vez fui allí –el 27 de abril del año pasado, día del santo de mi hija y de mi hermana, fiesta de la virgen de Montserrat, patrona de Cataluña- y no cantaban. Fui allí espontáneamente, volví una segunda vez invitado por un amigo, pero no he vuelto más.

Terminada la misa con plática en francés, cuando el cura salía y se disponía a subir a su automóvil para regresar al pueblo de Portet, fui presentado a él so pretexto de traducir más palabras de petición de mi amigo. Pero aprecié una “labor de captación” y rehusé la perspectiva de ciertas ventajas a cambio de asistir a misa los domingos.

Lo que yo acababa de oír era realmente un oficio solemne retransmitido por radio. En un pabellón próximo, donde está el comedor del jefe del campo unos hacían la limpieza y tenían las ventanas abiertas. Habían puesto la radio y escuchaban la emisora de Toulouse o de Burdeos. 

Desde el otoño pasado no funcionan los altavoces del campo y echo de menos la música. Me he parado a escuchar, sosteniendo mi bote de leche a la mano.

He recordado que mi padre nos llevaba a misa, principalmente cuando era el santo de uno de sus hijos, y que mañana es el santo de mi hermana y de mi hija, la festividad de la patrona de mi tierra. Y que mañana hará un año que visité por vez primera el foyer.

Según la doctrina de los del “Salvation army” en Inglaterra, el templo va hacia quienes no van al templo. Ya que hoy domingo no he ido a nuestro humilde foyer, el templo venía a mi hogar y radio Toulouse me brindaba los sones de una solmene ceremonia religiosa en una catedral.

Escuchaba yo sumido en mis meditaciones el órgano y las voces, cuando de una ventana me han dado una voz. Creí qua alguien compagnon me reñía por haberme estacionado allí, pero era el cuñado de Badia, un camarero amigo mío, que me invitaba por el contrario a acercarme para oír mejor y me ha acabado de llenar de buen café caliente mi bote de acuosa leche fría. Me he bebido el café con leche para sostenerme y me he escuchado en pie hasta el final. Así puedo decir que hoy he oído misa por radio. Estaba solo, pero el amable gesto de mi amigo me ha hecho sentirme en comunión. 

Y mi pensamiento volaban a los lejos, hacia allí donde tengo mi ara y mi altar. Mi religión tiene un único dogma, que canto de tarde calladamente en horas de aflicción o de una gran felicidad:
Credo in unum Deus…
¡Pero creer) en Dios ya es creer en todo!



5 de septiembre de 1942
Desfile de mutilados

Los cuarenta y ocho de hombres de mi pabellón que fuimos a revisión médica el 30 de agosto –muchos de ellos mutilados de guerra como ya dije- estuvimos toda la mañana desnudos, de pie, de acá para allá, de un médico a otro médico, sosteniendo cada uno su ficha en la mano. 

Parecíamos –con buena voluntad se puede llegar a imaginar por qué digo parecíamos- unas jóvenes vírgenes, aquellas vírgenes medio desnudas que algunas obras pictóricas presentan llevando en la mano la palma del martirio.

Si unos jóvenes soldados o unos viejos luchadores no resisten bien la denominación de jóvenes vírgenes, diré que nuestro cuerpo desnudo parecía un San Sebastián atravesado de flechas. Y ya que pisamos el resbaladizo terreno de las metáforas, acabaré diciendo que en algunos cuerpos eran visibles las reales huellas de las flechas del amor o de la guerra. ¡Venus y Marte van dando vueltas y ejecutando revoluciones no lejos de la Tierra!

Después de ver las huellas, cicatrices y rasgos característicos de mis compañeros, me contemplé a mí mismo. No en mi cuerpo desnudo, sino en mi fecha. Sobre el esqueleto de cartulina aparecían las debilidades de mi carne. Uno mismo se puede ver, no se sabe ver, 
¿podría un médico visitarse a sí mismo?
….....

Dicen de un hombre en estado salvaje no sabe discernir, viendo su propia fotografía o retrato, que se trata de un cuerpo humano; y en cambio le es sugerida la imagen del hombre por un ídolo deforme.
A todo hay que acostumbrarse. Parece mentira que el hombre deba aprender a nadar y aprender a ver. Estoy seguro de que al nacer debemos de encontrarnos en la necesidad de aprender a respirar. Así como un salvaje nos se reconoce a sí mismo, el hombre civilizado no sabe reconocer a sus hermanos. Tenemos características de salvaje. Quizá son mejores los salvajes.

Me he entretenido en ver mi ficha médica. Quizá me sería tan instructivo e interesante ver mi ficha policiaca. Muchos han tenido una ficha pedagógica y hasta una ficha psicológica. Existe de nosotros una ficha espiritual que va flotando en el aire y que leen aquellos que nos conocen. ¿Qué ficha se han forjado de mí mis familiares? Estoy seguro de que ellos no me encarcelarían.

Una cárcel es una cárcel. Un campo de concentración extranjero es más que una cárcel: para muchos es poco menos que un manicomio. Incomprensión lingüística e incomprensión espiritual. Es una gran tragedia la de los pobres locos que no saben hacerse entender. Deberíamos poder ver todas nuestras facetas, vernos desde todos los ángulos. “Nosce te ipsum”. 

Nadie es profeta en su tierra, nadie es profeta en sí mismo. “Cogito ergo sum”. Pero hay momentos en que uno piensa: ¿Existo?

Ese tío antipático que soy yo cuando no me miro yo mismo -ahora me ven los médicos- se revela bajo una nueva luz cuando su ficha médica es examinada a la luz de mis ojos. En las anotaciones del primer día –ahora he podido fijarme bien- había una multitud de datos para mí enigmáticos. Por ejemplo: acido úrico, A; Trastornos nerviosos, R; Fuerza muscular, 17. ¿Significa todo esto que estoy reumático, nervioso y agotado? ¿Representa sobresaliente o suspenso? Con tal que tuviese aprobado!

Pulsaciones, 68. Al saber que le toman el pulso, a uno se le altera el pulso. Temperatura: 37’6. ¿Es que yo tenía fiebre al momento de establecer mi fecha? Me parece que siempre tengo una fiebrecilla. Debe de haber algún sabio –al cual se rendirá homenaje cien años después de su muerte- que invente algún termómetro que mida los grados del fervor ideológico, del entusiasmo artístico, de la fiebre literaria….El fervor es el hervor de un alma que hierve.

Quizá hago mal en andar tan enmimismado y preocupado por mi salud, cuando esos jóvenes mutilados andan tan poco ensimismados. Desfilan alegremente hacia la salida y les abro respetuosamente la puerta.

¡Paso a los últimos restos del ejército popular!
………



(24) El único remedio a las enfermerías

En la enfermería de este campo-hospital de Récébédou, en una sala pomposamente llamada farmacia, hay unas brillantes anaquelerías, unas brillantes botellitas y unas enfermeras con mucho brillo. ¡Pero los medicamentos brillan por su ausencia!

Ya en Bram y en Argelers daban échantillons gratuitos o no daban nada. Los recién llegados, los novatos, exclaman con extrañeza: 
Pero es esto un campo-hospital? 

Los veteranos, los iniciados lo conceden…Y hasta van más allá:
No solamente es un campo-hospital: es un campo-cementerio…
En francés, un hospital es un Hôtel-Dieu. En este campo a la vez hospital y cementerio predomina el aspecto de campo santo, reina la paz del señor…Muchos son los llamados, y muchos los elegidos…
Antes de la guerra se nos decía que los franceses no habían tenido tiempo de organizar para nosotros la asistencia médica y farmacéutica. En los primeros tiempos, no habían podido organizarla todavía. Ahora, después de la débâcle, ya no pueden organizarla. Y durante la guerra han estado ocupados organizando la victoria.

En el aspecto sanitario debe de ocurrir lo mismo que en lo culinario. Anatole France, en su “Isla de los pingüinos”, habla de la misteriosa desaparición de 80.000 pacas de forraje! Y pensar que las píldoras son cosas de menos volumen!

En esta isla de pingüinos que es Francia, las focas españolas han acaparado todas las grasas. Si a nuestras cocinas llega poca comida francesa, esta comida disminuye aun en términos exagerados y aterradores, para llenar la boca de nuestros propios cocineros españoles. Y nuestra comida desaparece -no precisamente como si se la tragase la tierra- mucho antes de llegar la hora de nuestras comidas.

Si he hallado a amables enfermeras pingüinas, he tenido la desgracia de dar con una que es, además de una pingüina, una verdadera foca. A sus negativas sistemática poca amabilidad. ¡Hasta que me he decidido a ir a interpelar a la enfermera mayor!

Esta me ha recibido amablemente, me ha repetido la negativa amablemente…y hasta me ha despedido amablemente. Tampoco me ha dado píldora pero me ha dorado la píldora. 

)… No repito más quejas, ya expuestas en mi “Historia de unos yoduros”. Cansaría al lector con mis repeticiones, sentiríamos todos los efectos del yodismo, y las cuerdas poco tensas de mi cansada guitarra no harían más que vibrar con variaciones sobre el mismo tema.

El caso es que mis demandas han obtenido un resultado negativo. Llevamos casi mil y una noches de poder repetirnos con desaliento: “Dicen que no tienen remedio…¡no hay remedio para nuestros males! “No hallo lenguaje para explicarlos; y en tantas lenguas he escuchado negativas que me desespero en silencio y en varios idiomas: rien à faire. Nothing to do. Lasciate ogni speranza voi ch’entrate. Nulla est redemptio.

Pero me he creído, a pesar de todo, en el deber de dar las gracias –gracias de nada- a la enfermera mayor. Me he inclinado ceremoniosamente ante ella:
Merci beaucoup, Mademoiselle…
Ella me ha respondido con igual gentileza:
Avec plaisir, Monsieur…

Y he salido de la enfermería con las manos vacías, sin otro remedio que la sonrisa de una enfermera.


(26) la excepción que confirma la regla

Siempre he oído decir, a los compañeros que conviven conmigo, que habían sido atendidos desde su entrada muy deficientemente. Pero por fin he encontrado uno que habla satisfactoriamente de los auxilios recibidos y dice que ha recorrido siete hospitales y en todos ellos ha estado bien. Le han hecho varias operaciones y todos han ido bien.

Pero sigue quejándose de su cuerpo deteriorado…
¿Será un tipo como Candide? Debe de ser sencillamente un optimista empedernido. Esto de haber vivido en siete hospitales se parece a tener siete vidas como los gatos y el rodar así se parece al ir de Herodes a Pilatos.

Este amigo que ha conocido a siete hospitales o sanatorios o casas de salud, debe de ser, sin duda alguna, el hombre sano imaginario.  Pero en fin: si mi inocente amigo se siente bien, allá él…yo no mato inocentes y me lavo las manos.

Conocí a mi amigo antes de que le hiciesen su última operación y antes  de que conociese el séptimo hospital. Esta vez la operación era del estómago, se la hizo un especialista eminente, y esperaba quedar y quedo del todo bien. ¡Pero vuelve a quejarse!

Quizá es que tenemos tantos motivos de queja que el tal amigo, que no se queja nunca, se queja continuamente. Va lanzando sus infinitas quejas con una resignación infinita. He tenido ocasión –múltiples ocasiones- de convivir con un infinito número de heridos; y todos segregaban lamentaciones como segregaban pus…

A últimos de mayo del 1940, en el campo de concentración de Bram, recuerdo que cada tarde contemplaba muchos heridos –con heridas de nuestra guerra aún purulentas- que iban a curarse y que aprovechaban los mismos vendajes lavándolos una y cien veces. Eran vendajes definitivamente sucios y se trataba de una ropa lavable… ¿Habéis observado que, en ciertos sitios, el local más sucio es el lavabo?

Claro que la mayoría de heridos procedían de la retirada de Cataluña y aun  del paso por los Pirineos, pero... ¿No había habido tiempo de curarles? A lo que parece, la hora de curarles se había retardado hasta coincidís con la escasez de vendajes y de jabón. 

Y en el otoño del 1941 y en la primavera del 1942 he vuelto a presenciar la lucha de algunos heridos – y de algunos nuevamente operados- contra la falta de elementos higiénicos, contra la ola invasora del eterno pus…

He pedido perdón –en el prólogo de este libro- por la necesidad de hablar de pus, de sangre o de mierda…Y acordándome de que todo esto es –en la vida libre, en la vida civil- repugnante, he sentido también repugnancia a la hora de hablar de ello: dejo caer tan sólo alusiones, gotas, resquicios…

No he entrado en la charca, en la ???, en el océano… No he tocado la llaga: supuración se me aparece como rima de inundación…

A algunos pobres que proferían lamentaciones al ver tanta porquería, les consolaba yo dorando la píldora y aludiendo a anteriores escenas más sangrientas.

El pus no es más que sangre blanca..
Pero uno, despreciando mi erudición y ensuciando la blancura de los leucocitos, exclamó: 
¡O mierda blanca!



16 abril 1942
El primer concierto gratuito

Por fin los judíos alemanes han hecho hoy el primero concierto gratuito. Eran los mismos ejecutantes, el mismo repertorio que de costumbre, pero hoy el concierto se ha celebrado por primera vez en la biblioteca y no en uno de los comedores. Por el discursito de la señorita que que ha abierto el acto, nos hemos enterado de que ahora organizara estos actos la Unión de Jóvenes Cristianos.

Ha dicho que iban simplemente a ofrecer una heure de beauté.  Igualmente la han ofrecido porque han invitado a todo el mundo, sin distinción de nacionalidades. Por la reducida del local, han repartido tan solo cinco invitaciones a cada pabellón. Se veía bastantes españoles, aunque estamos en el campo en gran minoría.

En mi pabellón ha habido ocho aspirantes a asistir al concierto y se ha sorteado entre los ocho las cincos invitaciones. Como no he sido favorecido por la suerte, he ido a pedir a la directrice una invitación. Pero ya no era posible hacer caber más gente en la biblioteca. Como aquí todo se cotiza, he propuesto… un compañero me la ha cedido galantemente. A él le quite la música y el canto, pero estaban en alemán!


17 abril 1942
Los españoles son unos maleducados

Hemos comentado el concierto de ayer. No había piano, solo violín y violoncelo. Los tres o cuatro cantantes de siempre, con algún número…

Es verdad que nosotros los españoles si no es un espectáculo estrictamente por profesionales, no estamos acostumbrados a pagar entrada. Pero también es verdad que al no hacer pagar entrada, se  halla menos a gente no muy interesada en escuchas. 



18 abril 1942
La entrada del director

Anteayer, durante uno de los últimos numero del concierto, entró un señor elegantemente vestido. Permaneció un momento en pie junto a mí y me dije que no debía de ser ningún refugiado. Como seguía en pie, dos alemanes que hicieron cara de conocerle, le ofrecieron asiento. Él rehusó con una corta inclinación de cabeza y luego siguió adelante hasta la presidencia: ¡era el director del campo! Varios le saludaron en silencio y al finalizar el número se marcharon.

Yo no concia al actual director del campo. El anterior militar, vestía siempre de uniforme y una vez nos convocó a todos los españoles. Dicen que es debido a este nuevo director el hecho de que ahora se nos facilita el poder comprar tabaco, ni más o menos que un ciudadano francés. Dicen que el de antes, al  posesionarse del cargo, un vergonzoso ... abuso.  Ha mejorado también la comida.



19 abril 1942
El tacto de los judíos

El concierto del día 16 cuyos sones van resonando hace cuatro días, tenía por buenito a uno de los ejecutantes. Cada número importante era anunciado en alemán y luego en francés. Los españoles percibían nombres de compositores: Strauss, Lehar, Chopin.. Pero desde que entró el director del campo, el “speaker” invirtió el orden de los dos idiomas: ahora lo decía primero en francés y luego en alemán.. …



20 abril 1942
La cruz roja y la cruz blanca

El Secours suisse aux enfants ahora funciona bajo el mando general de Croix Rouge Suisse.

Y ahora funciona una segunda biblioteca y un segundo Foyer en el pabellón 70, gracias a la Croix Rouge Française. No hay que decir que la Cruz roja y la Cruz blanca ocupan lugares de honor en los locales de las dos cruces rojas.

Estamos agradecidos a  esas dos instituciones y yo estoy particularmente reconocido a mis dos directoras. Ambas me han “protegido”. A la directora suiza he dado la traducción francesa de un bonito verso mío. A la directora francesa he enseñado el retrato de mis hijos. Mis hijos corporales y espirituales han suscitado el mismo adjetivo:
¡C’est gentil!

Los enseño con satisfacción de padre, les enseño con alborozo cuando necesito descubrir mi ... alma: mi cerebro y mi corazón están….

No es, pues, esa … que yo pongo este subrayado: ante las dos cruces, la roja, la blanca exclamaron: 
Tenemos más de una cruz!



22 abril 1942
Trabajos forzados

He oído decir que en ciertos países –no sé si será verdad, pero resulta que todas las cosas extravagantes se hacen ocurrir en Norteamérica - para castigar mas a los condenados a trabajos forzados les hacen hacer trabajos sin ninguna finalidad. Trasladar un montón de piedras y volverlas después al mismo sitio!

Lo que molesta más es hacer –a la fuerza- un trabajo perfectamente inútil. Aún será enteramente inútil, si el trabajo es voluntario ya no es trabajo: ¡es un placer! Demostró un arte diabólico el que inventó los trabajos forzados.

Necesitamos alguna fuerza cada vez que debemos trasladarnos de pabellón. Hoy nos hemos trasladado del pabellón 79 al 2. Al 79 habíamos venido del 24, al 24 fuimos del 10, al 10 del 9, al 9 del 45. Y en el pabellón 79 yo había ocupado dos  plazas: ¡del ala derecha fui trasladado al ala izquierda! Fui cambiado de ala, pero no fui yo el tocado del ala.

¿A qué obedecen todos estos traslados? No lo sabemos. Quien manda, manda… pero siempre hallamos una débil excusa, cierto ligero pretexto, alguna motivación.

Se ha agrupado o desagrupado a “trabajadores” –los capaces de hacer algún servicio- y a totalmente enfermos; a judíos y a no judíos; a viejos y a jóvenes; a hombres y a mujeres… Esta última desagrupación es la que considero más justificada, pues ya cuidan ellos y ellas de agruparse.

Casi siempre los traslados y “remociones” son ordenados por alguien que acaba de posesionarse de un nuevo cargo y necesita comprobar que le funcionan bien las palancas o resortes del mando.

Las anteriores veces íbamos a un pabellón gente (o gentes, es igual) de varios pabellones, o se esparcía en varios pabellones a gente de un solo pabellón. Esta vez hemos sido trasladados los 44 hombres del pabellón 79 al pabellón 2, ocupando todos exactamente el mismo sitio. Los pabellones son de construcción idéntica.

Habría parecido que el traslado se había hecho como los del cuento “La lámpara de Aladino”, si yo no hubiese trasladado sin la ayuda de nadie mi cama, colchón y todos los cachivaches, y no me sintiese cansado.

Había convenido con dos compañeros –no lo han resultado, esto de compañeros- el intercambio en la ayuda para efectuar el traslado, pero a última hora se han “rajado”, me ha fallado la combinación. ¡Hubiera valido más trasladar con otro dos veces una cama y un colchón que trasladarse la cama y luego el colchón uno solo!

Poco a poco, hila la vieja del copo. “de mica en mica, s’omple la pica”. “petit à petit, l’oiseau fait son nid”. “piano piano, si va lontano”. Lentamente, pero sin necesitar ayuda de nadie, esta vez me he hecho todo el traslado yo mismo. Estoy orgulloso y satisfecho de ello: orgulloso por las ganas de hacer el trabajo y satisfecho por haber podido hacerlo. Todo esto que digo sin recurrir a proverbios no cae en verso, pero es verdad…
.
Habían dado la orden de que las diez de la mañana todos los del pabellón 79 y los de los pabellón 2 tuviesen sacadas al exterior sus respectivas camas y colocadas sobre las mismas todos sus enseres. Pocos minutos después de las diez han dado la orden de que los del 79 fuésemos al 2 y los del 2 fuesen al 79. ¡De frente, ar..! con puntualidad los del 79 hemos "tocado el dos" y hemos ido a instalarnos en el 2!

Unos fregaban, otros barrían, etc., etc... como sea que hemos debido acostumbrarnos a servir lo mismo para un barrido que para un fregado, me he puesto pacientemente a realizar, a vencer mi trabajo. ¡Tantos traslados por fin han tenido la eficacia de trocar las blasfemias en sonrisas!

El trabajo que parecía no tener fin –finalidad- ni tener fin –término- ha llegado a su fin y al fin nos ha caído del cielo una explicación: parece ser que esta vez el traslado, que no solo ha afectado los pabellones 79 y 2, ha sido estudiado y ordenado por médicos y enfermeras. Un nuevo reajuste, porque aquí estamos justos. No sabemos detalles e ignoramos asimismo la clave de toda esta clasificación: en el nuevo pabellón ¿no pondremos todos buenos o nos pondremos todos más enfermos? Otra razón se me ocurre para justificar el traslado: ¿no habéis observado cómo los coleccionistas de cualquier cosa disfrutan colectando y revolucionando sus colecciones? Nosotros somos una colección de inválidos. ¡Y por un gesto de caridad nos han recogido, nos han colectado! El polvo trae consigo microbios y hay que echarlo a un lado…

Una maleta. Una mochila. Una gran caja de cartón. Cuatro o cinco cajas de cartón, pequeñas. Una caja de mimbres trenzados. Mil y un cacharros de hoja de lata de los que se utilizan –porque realmente son de uso, de utilidad –en un campo de concentración.

Sin hipérbole. Si no son mil y uno, son ciento y uno.

O fallando sin glosa, como dice el marqués de Santillana. Si no son ciento y uno, son diez y uno.

He hecho un “tour de force” para acarreármelo todo. He hecho un esfuerzo de hormiga, pero he cumplido como una hormiga más. En un penúltimo “viaje” –por un campo de concentración puede hacerse todo un viaje –he transportado el colchón. ¡Ea! fuera el sombrero…y un pequeño esfuerzo –gran esfuerzo para mi brazo derecho- para colocar el colchón sobre mi cabeza! La cabeza, la tengo fuerte. Tengo buena la cabeza. La cabeza es lo que tengo mejor.

En el ultimo “viaje” he acarreado la cama. Pero, por el peso del hierro, el enrojado metálico me hacía daño, sobre la cabeza. Me he resuelto a transportar mi cama con mis pobres brazos, reposando a cada cinco metros. 

Por fin he llegado. He dejado todo en orden, he puesto la cama en su sitio y he tenido que meterme en cama.



3 de mayo 1942
Censura del elogio

En el servicio de censura me han llamado para devolverme una carta. Una carta a mi esposa, que no contenía nada censurable o pecaminoso…. No he comprendido. No comprendo los motivos de la devolución de la carta. No muy larga, ni tocando algún tema candente. No me he atrevido a pedir explicaciones. Pero debió de hacerse aparente mi deseo de hallar explicación a lo inexplicable: 
Dé usted las gracias porque se la hemos devuelto…

En efecto. Vale mas así. Podían haberla echado al cesto de los papeles. Y yo habría estado aguardando inútilmente la contestación.
Un amigo que tengo entre los empleados en el servicio de censura me ha dado la clave del secreto, le mot de l’enigme…

Mi carta contenía la relación de algunos hechos de mi vida monótona –que yo mismo me amenizo rumiándola y describiéndola en todos los tonos – y en ella aparecían algunas fechas:
Día tal del mes tal –me ha ocurrido tal cosa…

El que hace algo semejante a un diario, se hace sospechoso como un periodista. Sobre todo para la censura… no hay que hacer diarios, ni escribir fechas. La precisión es una cesaría y molesta. Esto se parece a la labor de un historiador. Y la historia juzga…

Mi amigo me ha hablado concretamente. No hay que escribir fechas, no hay que intercalar fechas en las cartas, porque así es fácil llegar a establecer entre los comunicantes un alfabeto secreto. La policía lo estudia todo. Pretende corregir a los que pretenden salvarlo y saltarlo todo. Todo es sospechoso. Todo es censurable. Unos con sus trampas quieren burlar la ley. Y hecha la ley, hecha la trampa.

¡Ingenuo de mí! Yo que acababa de hacer el elogio de la censura…



6 mayo 1942

Las rosas invisibles
Y olmos tengo en mi alameda
Que hasta el cielo se levantan,
Y en redes de plata y seda
Tengo pájaro que cantan… Oriental José Zorrilla

Cuando en Argelès nos dijeron que seríamos trasladados –los que habíamos sido objeto de un examen médico especial- a este campo de Récébédou y que por tratarse de un campo hospital no tenía alambradas, nos dio un brinco el corazón.. Pero ha resultado que aquí todavía gozamos de menos libertad que en los otros campos y sobre todo menos que en la inmensa playa de Argelès.

Quizá porque por la arena es más difícil o cansado andar o correr, allí casi nunca penetraba un compagnon o un gendarme en el interior de cada “recinto” o “campo”; estaban apostados solamente en las alambradas exteriores; y el mar, gran alambrada natural, les ahorraba el temer que situar guardianes en un largo trecho: oído una vez, de haber querido escapar, habríamos tenido vencer el doble embate de las olas y de los cancerberos.

No sé si el can cerbero sale por primera vez en la Divina Comedia, vigilando no sé si las puertas del infierno –del cielo no se escaparía nadie- o bien es un personaje o animal –mitológico mucho más antiguo; pero el primer cancerbero yo lo hallé en Cerbère: un gendarme me detuvo en la estación y fui encerrado dos días, en compañía de otros réprobos en un vagón de mercancías. He aquí el primer acto reprobable de la Francia que tanto amábamos todos nosotros!

En Argelès nos visitábamos de barraca en barraca –si no había que atravesar ningún recinto- hasta las once-las doce de la noche aun en invierno: aquí debemos encerrarnos cada uno en su pabellón a las nueve o sea a las siete según la hora solar. ¡Y este tiempo podríamos gozar todavía a las nueve de la postrera luz del sol!

Por no haber alambradas, podríamos marcharnos del campo con relativa facilidad; pero los sábados y domingos hay una guardia especial encargada de sorprender –a la ida o a la vuelta- a los atrevidos que hacen una escapada de unas horas hasta Toulouse; y en todo tiempo y en todo caso dicen que resulta difícil burlar largamente la vigilancia de la policía.

Cada mochuelo a su olivo. Precisamente en esta hora casi nocturna o seminocturna a mí me gustaría salir, me gusta salir….es la hora de los mochuelos y realmente en la melancolía crepuscular es cuando me siento más mochuelo.

Censure: 29 mayo 1942: un rasgo de “politesse”

Hoy he tenido un disgusto…
En Francia he sido muchas veces brouillé con la censura. En España y en Francia…reconozco que hoy debería tomar dos tazas de tila.
Hace dos horas me ha sido devuelto por la censura del campo un sobre depositado por mí en el buzón de correos anteayer. Y se me ha devuelto sin ninguna explicación verbal, sin otra indicación que une gran R hecha con lápiz azul, que debe de significar Retour.

El sobre contenía una carta mía en francés y la traducción francesa de un fragmento de un cuento mío escrito originalmente en catalán y luego traducido al francés por mí mismo; pero hoy el sobre venía conteniendo mi carta y mi fragmento rasgados, hechos trizas: 54 trozos de papel! (12 de la carta, 42 del cuento).

Supuse en seguida al ver el sobre que el motivo de la devolución era el envío de un trozo literario cosa prohibida aunque el texto no guarde absolutamente ninguna relación con las cosas del campo o con la población francesa; ¡pero no suponía que me hiciesen el honor de partirme en pedazos! Podían haber rasgado el fragmento literario y cursar por lo menos la carta…el censor ha añadido a su censura su ferocidad!

Del fragmento traducido yo guardaba copia; pero no así de la carta, que me he visto obligado a reconstruir o restablecer reuniendo los minúsculos trozos de papel a guisa de rompecabezas. Después de romperme la cabeza, el papel martirizado volvía a decir así: 

Récébédou le 27 mai 1942
Mlle G. Perra –Lyon
Chère amie,
Je vous remercie bien vivement pour votre lettre du 19 courant, pleine d’éloges et votre colis contenant tout ce que vous disiez.
Vos opinions sur mon libre “confidences au vent” me sont très intéressantes. Lorsque le libre sera édité, j’aurai l’honneur de vous en dédier un exemplaire. … je vous envoie la moitié d’un conte de la deuxième partie du libre. Je tacherai de traduire aussi quelques autres morceaux de notes en marge (en marge de “la sagesse et la destinée” de Maurice Maeterlink….

Votre dictionnaire Larousse me sera vraiment très utile…
Je suis en train de lire “La confession d’un enfant du siècle” d’Alfred de Musset. Il me palit ? beaucoup. Je me souviens que mon frère avait ce libre dans sa bibliothèque.

Les chaussures –et le morceau de cuir!- me seront d’une grande utilité….

Me parece que tal texto era totalmente inocuo y que mi contestación no era desmesuradamente larga si se tiene en cuenta que yo respondía a la carta que copio a continuación…

La transcribo íntegramente porque, además de que nos complacemos en la exhibición de las cosas amables, aun para el que no siente el halago de la vanidad satisfecha esta carta es un modelo de elegancia: revela la elegancia de su autora al hablar –mezclando todo graciosamente- de temas literarios gratos a un escritor, que no tiene otro remedio que desahogarse escribiendo y del tema de socorros remitidos a un refugiado, que no tiene otro remedio para no ahogarse que aceptarlos! 

Escribir, siempre escribir… ya sé que caigo en el exceso de remitir verdaderas escrituras; pero me remito a la escritura y me refugio en ella…

Lyon, 19 mai 1942
Cher Monsieur Grau casas,
J’ai reçu il y a deux ou trois jours votre lettre et la traduction annoncée. Avec plaisir j’ai lu les extraits de vos “confidences au vent”. Ces pages sont d’un style coulant… j’espère qu’il vous sera possible de faire éditer votre œuvre, elle sera sûrement accueillie avec succès…

Je montrerai vos pages choisies à nos amis; ils les liront surement avec un grand intérêt.

Hier je vous ai expédié un petit dictionnaire Larousse. Il vous sera très utile car il y a quelques mots incorrects dans votre écriture; mais peu. Vous vous faites d’ailleurs très bien comprendre en français….

J’ai joint des chaussures à l’envoi. C’est tout ce que l’on peut acheter en ce moment. Mais pour l’été c’est suffisant. Il faudra protéger la semelle. J’ai mis quelques morceaux de cuir. J’ai pensé que vous pourrez utiliser le tout. Je ferai mon possible pour vous procurer des chaussettes avant l’hiver, si vous n’êtes pas libéré avant le retour de la mauvaise saison. Mais ne parlons pas des choses désagréables! Le paquet contenait aussi: 6 bouchées, une boite de farine vitaminée, des fromages secs, deux libres. J’ai choisi des libres de bons auteurs français. J’espère qu’ils seront de votre goût.

Demain nous nous réunissons pour faire l’envoi de notre bulletin “comprendre”. Si cela a été possible, Monsieur Levin y a inséré vos “notes en marge..” je penserai à envoyer un exemplaire à Mme Grau casas. 

Souvent, en lisant vos lettres, je pense que dans la tristesse de votre vie de prisonnier, un bonheur vous est réservé : celui de connaitre les joies de l’artiste. Je suis sûre que lorsque vous écrivez, vous parvenez à oublier la dureté de votre sort. Avantages de la supériorité ! je crois qu’une âme riche ne peut jamais être complètement malheureuse. N’est ce pas d’ailleurs votre pensée lorsque vous écrivez dans vos « notes en marge… » ...

A l’avenir, je ne vous enverrai donc plus de paquets, mais un mandat ? (toutes les 6 semaines environ).

Je vous renouvelle mes remerciements pour les belles pages dont vous m’avais régalée et tout en vous souhaitant le bonheur d’un travail fécond, je vous exprime ma sympathie G.Perra.

El censor  de Francia podía perdonar a un español las ganas de hacer literatura… en francés!

Un amigo que me ha visto disgustado por la anécdota, me ha recetado: 
Arráncatela: conviértela en una “Hoja de Calendario”

Me ha dicho que debo más bien estar agradecido a ese censor que gusta de rasgar papel como una mujer histérica y ha comentado para consolarme y alegrarme:
Ese tipo, que rasga tus escritos y además te los echa a la casa, en el fondo te admira y no te desprecia: te tiene por un Máximo Gorki!

El famoso escritor ruso adoptó como pseudónimo el vocablo “gorki”, que, según tengo entendido, en ruso significa “pobre”…
¡Pobre de mí! Un pobre máximo, un Máximo Gorki…



28 junio 1942
La mutilación de Abelardo

Acaban de suprimir un refugio en el vecino departamento de Tarn-et-Garonne y han sido trasladados aquí un grupo de mutilados españoles. 

He vuelto a ver a antiguos amigos de Montolieu, de Argelès, de Bram, de los que marcharon al Château de la Valette cerca de Orléans y a los que veinte días de estar en el lindo Chateau huyeron de la invasión alemana y marcharon a Montauban. Casi todos los jóvenes mutilados de Barcelona, de Valencia, de Asturias –siguen arrastrando como hace dos o tres anos su pata de palo.

Me informan de que en los últimos momentos no hubo tren para todo el mundo, que muchos hicieron kilómetros y kilómetros a pie y que otros se quedaron en el Château de la Valette adquirido por una comisión española. Se quedó allá mi amigo López, que me había remitido apenas llegado uno postal fotográfica del Château con sus hectáreas de bosque y que se ve que no recibió mi contestación.

Mi amigo López tuvo que quedarse en la zona ocupada y está haciendo material de guerra para los alemanes, cosa que le debe de doler casi tanto como haber perdido la pierna.

Esos jóvenes mutilados están encantados de poder flirtear aquí con muchachas españolas. Ciertos refugiados … por tanto tiempo de refugio parecen refugiarse en la alegre vitalidad de toda esta juventud que parece no haber perdido nada más que un brazo o una pierna.

Felizmente no han sufrido la mutilación de Abelardo que le impedía seguir amando a Eloísa..



29 junio 1942
¿Un día fecundo? Un día optimista!

Los días que recibo un voluminoso paquete a mí alrededor se mueve un aire de envidia. Los días en que el paquete es voluminoso, pero su contenido es poco sabroso a mí alrededor sopla un viento de burla.
Todo el mundo (el mundo de mi barraca o pabellón, como puede hablarse de un mundo de infusorios en una gota de agua) se ha enterado por la lista general y pública, que hoy yo tenía a recoger dos paquetes. Pero el mundo de envidiosos pronto ha dejado de envidiarme al ver que yo llegaba de correos con dos paquetitos; y que uno de ellos solo contenía libros y el otro medicamentos (dos específicos). Los que desdeñan al pan espiritual, no por ello han tenido hoy mas pan material o farináceo que el que he tenido yo; y hasta algunos españoles no conocedores del francés han exclamado con desencanto:
¡Y son libros franceses!

En cuanto a los medicamentos, nadie los envidia: tampoco son envidiables las enfermedades..

En el fondo del fondo, también, yo he tenido cierta desilusión: el paquete más voluminoso contenía solamente volúmenes, de los dos paquetes ninguno contenía comida… ¡Pero uno de los dos medicamentos tiende a hacer asimilar bien la comida, a hacer desaparecer o atenuar la viscosidad de la sangre…! ¡Y también los libros ayudan a hacer fluir nuestra vida! El fluido vital vivifica como un espíritu por lo menos del agradecimiento corre dentro de mis venas con fluidez.

Por la tarde he recibido no un medicamento físico –o químico-, pero sí una medicina mental o moral : una inyección de optimismo..
Una comisión norteamericana –creo que de los Cuákeros, que son los que sostienen aquí el Socorro Suiza son los únicos extranjeros que nos ayudan- ha visitado el Campo y al final hemos sido presentados a ella tres intelectuales españoles: un médico (muy sordo a consecuencia de la artillería) un maestro (hambriento y depauperado, porque ya en España es refugiado) y yo. (No hablo de mis propios meritos intelectuales y tampoco luzco o menciono mis lucimientos o méritos corporales). Pero me siento al principio del fin. Y ante la comisión norteamericana –el hombre elocuente es el que está emocionado- ha hablado con un arranque de elocuencia. Sobre todo una señora y una señorita de la comisión me escuchaban atónitas y me miraban con simpatía. Creo que he dicho algo subversivo. ¡El arranque de la desesperación!

Ante la comisión que escuchaban los plañidos de las tres víctimas sin boticas y representativas, pero reales, y con representación propia, estaban presentes dos médicos del Campo, pero no franceses.. Por no estar antifranceses, hemos podido hablar con más libertad. ¡Y los tres intelectuales no hemos hablado con el intelecto, sino con el ímpetu de los más bajos sentidos! Un buen médico sabe guardar algo así como secretos de confesión.


Hemos escuchado de los filántropos norteamericanos frases de consuelo y de optimismo.

Quizá pronto se terminará la guerra. Quizá pronto volveremos a España. ¡Quizá acabará todo esto!

Ellos, los norteamericanos, harán todo lo posible para la pronta terminación de la guerra. Nosotros, los españoles, ya la hemos terminado y no podemos hacer más…



30 junio 1942
El padre y el hijo

Cuando me casé yo trabajaba en una gran casa de comercio de Barcelona. Algunos empleados nos habíamos casado casi al mismo tiempo –anticipando o retrasando las vacaciones veraniegas para hacer el viaje de novios- y al mismo tiempo varios teníamos a la señora embarazada colgada del brazo, nos hacíamos reciproca burla; y hallamos de los vaqueros de los suburbios de Barcelona que sacaban a pasear una gran vaca lenta…

Pero jóvenes maridos y futuros padres adivinábamos en los ojos de la cónyuge el menor deseo y comprábamos y leíamos libros de puericultura. Era una felicidad conyugal compartir el yugo del matrimonio y arrastrar el peso de la fecundidad, la madurez del fruto.
Nos recomendábamos un libro del médico Dr Dexeus y nos acordábamos de las recomendaciones del maternólogo barcelonés repitiendo el nombre de Dexeus.

Nos preocupábamos de los pastos. Procurábamos que el hogar doméstico fuese un prado de bienandanza. Y anhelábamos que la vaca resultase lechera.

Hasta que algún veterano en la conllevancia del yugo venia a interrumpir nuestras conversaciones.

-Deixeus de punyetes!

De aquella feliz época guardo muchos recuerdos. La época del nacimiento de mi amor y del nacimiento de mis hijos no es ya más que un recuerdo.

Recuerdo que mucho tiempo llevé en la cartera una cartulina de una farmacia, con la anotación de los progresos en peso hechos por mi hijito y una tabla comparativa del peso y de la estatura del cuerpo humano.

Las diversas anotaciones rezaban más o menos así:
7 kilos
7 kilos, 400 gramos
8 kilos
8 kilos 700 gramos

Hoy me han vuelto a pesar, completamente desnudo.

Empiezo a coleccionar las anotaciones de la pérdida en peso del padre, como antes guardé las anotaciones de los progresos en el peso de mis hijitos.

La anotación de pesos que ahora llevo en la cartera reza así: 
25 abril 1942-57’900
2 junio 1942 55’500
30 junio 1942- 54’200

Los hijos van para arriba, los padres van hacia abajo.
Rezo para que los progresos en la progresión decreciente del peso de mi cuerpo no sean tan grandes que lleguen a impedirme rezar.



3 julio 1942
“On pense”

Hace unos días que a la hora de silencio los guardias hacen unas “razzias” y llevan a todos los que encuentra, circulando por las allées, a pasar la noche en el campo especial de castigo. Pasan la noche en el campo especial, pero no dentro de los pabellones sino al aire libre, tomando el fresco. Los guardias les dicen suevamente:
¿No querían salir a pasear?

A ponerse el sol, yo no me paseo más. Me siento a la puerta lateral de mi pabellón, viendo como anochece, mirando a lo lejos, escuchando los grillos…

Ha venido a sentarse a mi lado un joven checoslovaco de lengua alemana que hace poco llegó aquí con su padre y su madre y que se ha quedado solo: su padre y su madre acaban de ser trasladados al campo de Rives-Altes, en el departamento Pirineos Orientales. Ese muchacho de diecisiete años duerme junto a mí. Cada noche hablaba con su padre y de día venía a verlas la madre. Ahora por las noches, el muchacho habla conmigo.

Son una familia de checoslovacos sudetes, que dicen que preferirían pertenecer al estado checoslovaco con los derechos de minoría alemana, a hallarse bajo la férula hitleriana.

Después de leer, hablamos. Y después de hablar, callamos. Al venir junto a mí a contemplar en silencio como va cayendo la noche, mi joven compañero checoeslovaco se ha … a decirme:
On pense….



10 julio 1942
La poesía de Marruecos

He hablado muchas veces de mutilados, de hombres con piernas ortopédicas, artificiales, articuladas… después de las guerras, las piernas artificiales  se hacen un artículo de primera necesidad.

La humanidad no tiene memoria y no se acuerda de las guerras. En mi tierra dicen: “quien no tiene memoria ha de tener piernas”. Entre los mutilados españoles que habitualmente me rodean –son tantos que podrían formar círculo en torno mío –hay uno que es mutilado y es español, pero no es un mutilado español. Quiero decir que nos es mutilado de guerra y no es refugiado procedente de España: hace muchos años que se hallaba instalado en París y que las razzias contra los extranjeros le han llevado a convivir con nosotros.

Ha venido a este campo andando por el mundo con su pierna ortopédica: es lo mejor que se ve y dice que en los buenos tiempos le costó seis mil francos. ¡Cuánto pagaría ahora por la pierna de carne y hueso!

No ha abandonado la nacionalidad española; su padre era empleado de aduanas; ha vivido en el Marruecos español, en el Marruecos francés, en Argelia y finalmente en Francia.

He descubierto que es poeta. Ha publicado cuatro libros de poesías en francés: me deja leer el último, que es el único que tiene aquí.
Claro que sentía más la poesía de la vida antes de ser amputado: ahora se arrastra por un campo de concentración. A este hombre que se eleva haciendo versos, un día le vi caer al suelo, al salir del comedor. La artificial solamente imita, remeda, pero no reemplaza a lo natural.

He aquí uno de los versos del libro: Terrasses marocaines.

Yo también hago versos. También soy mutilado, amputado: han cortado la comunicación con mi esposa, me han cortado uno de las cuatro extremidades o la..; sino que han quitado.. la belleza de mi esposa, de ojos negros, que de pequeña la llamaban en Barcelona “la Sultana del barrio”. Sigue viéndola desde aquí en mi terraza… ella… sigue enseñando -ahora que no los veo- sus ojos a todo el mundo…




15 junio 1942
“Liberté chérie”

Estoy indignado porque me acaban de denegar por dos veces el permiso para ir a Toulouse un domingo. Según el humor que reina en las altas esferas, a veces dan algún permiso -para ir a comer a Toulouse y volver el mismo día- aunque el solicitando no sea trabajador (esto es: aunque se trate de un no-trabajador). Como yo soy muy trabajador pero no puedo trabajar y aunque esto dicen que es un campo-hospital, me hallo en la imposibilidad de aceptar la invitación de dos amigos de Toulouse, uno francés y el otro refugiado español, de ir un día a comer a su casa. Cuando vinieron a verme aquí, ya les dije que no me era posible salir del campo. Luego por carta insistieron en su invitación y me incitaron a solicitar una vez más el permiso. “si no se lo dan, tendría una negativa mas”. He visto una de las demandas de permiso a las cuales se ha accedido, para el mismo día en que a mí .. el permiso me ha sido denegado, y llevaba –antes de pasar a las oficinas de la dirección del campo –un breve informe del jefe de islote, las mágicas palabras: avis favorable.

Un silencio y una sonrisa del jefe de mi pabellón han venido además a corroborar mi sospecha: estoy fichado, me tienen en cuarentena…
Desde el día 4 de febrero 1939, en que pasé la frontera hasta hoy, día 5 de julio 1942, ¡no he tenido ningún día, ni un solo minuto de libertad!

He jurado no volver a solicitar ningún permiso. Y yo había creído ingeniosamente en los efectos de la santa insistencia. Renuncio generosamente a la mano de Doña Leonor. Considero que las uvas están verdes. 

Pero por primera vez he dado a mi vez una negativa: me negué hace pocos días a participar en la fiesta que ha tenido efecto hoy, 15 julio, aunque me habían hecho de la comisión y yo iba a presenciar los ensayos. 

La fiesta se proyectaba para ayer, 14 de julio, pero el director del campo insinuó discretamente la fecha de hoy 15: Francia no está para fiestas.. después de una reclusión de tres años y medio, tampoco lo estoy yo. Yo también estoy ocupado y copado.

La fiesta ha consistido en el reparto de premios a los niños de la escuela del campo, con una comida y una merienda para ellos y para maestros y organizadores. He tenido el valor cívico de renunciar a una comida y una merienda.

Tuve que justificar mi negativa ante mi amigo el maestro español (el cual tiene en bolsillo un laissez-passer y por lo tanto goza de permiso continuamente). No quise ni recitar uno de mis versos, ni hacer un discursito. Le dije:
Mira: estoy malhumorado , me he vuelto revolucionario… no tengo ganas de colaborar, no me siento gubernamental..

Y he presenciado el acto desde mi rincón. El concierto de los judíos alemanes, los versos y cantos de los niños españoles, una scène écolière toda en francés por los niños españoles, letra y música del refugiado judío alemán Max Goldberg. La fiesta escolar me ha gustado y me ha recordado mi infancia. A veces también había que ?? mi enfurruñamiento –en una escuela de Barcelona, regentada por hermanos maristas franceses- para que yo, niño que hacía prodigios de memoria y de dicción, recitase poemas en catalán, castellano y francés.

Casi me ha caído una lágrima al ver que ya no tengo la alegría de los niños de la escuela, de estos pobres niños españoles que han venido a Francia a seguir la suerte de sus padres en los campos de concentración…

Ni la alegría de los niños, ni la alegría de mis niños…¡ahora me ha caído la lágrima!

Al final de la fiesta el coro infantil cantando “La Marsellesa” dejaba oír las palabras: Liberté, liberté chérie…



19 julio 1942
Una exposición de pintura

Cada cosa nueva que veo en los campos de concentración me produce alegría. Una fiesta -deportiva, literaria, etc..-o un concierto me placen. Pero hoy he visitado una verdadera exposición de pintura…

En el campo de Bram, ya se hizo en una barraca, en la intimidad, una exposición de caricaturas: une especie de galería de refugiados ilustres -pienso tristemente que se podría hacer un panteón de refugiados ilustres- alojados en el campo. Lo que he visto hoy era toda una exposición. El pintor alemán –judío alemán, por esto está aquí- Herman Lismann ha exhibido sus pinturas. Sobre todo las que ha hecho últimamente en los alrededores de Montauban, donde hasta hace poco ha residido, gozando de libertad.

Los cuadros llenaban dos salas; el publico desfilaba solemnemente; se veía bajo algunos cuadros el rotulo “adquirido”…

He felicitado al expositor y de buena gana le hubiera comprado alguno de sus cuadros, de los más pequeños porque es pequeño el equipaje de un refugiado…

Pero mi bolsillo es más pequeño todavía y he salido tan solo con una gran alegría: es de hacerme la ilusión (de) que me hallaba en Barcelona, una mañana de domingo, comentando una visita a la “Sala Paris” con mi suegro, aficionado a la pintura.
Pero mi suegro murió y la rambla está tan lejos…



25 julio 1942
“Panem et circenses!”

Estoy nómicamente triste porque este año –hoy es el día de mi santo- no han tenido tiempo de llegarme más felicitaciones que las de un amigo de España. Pero ya llegarán. Y me haré la ilusión de que, si no soy feliz, es por un simple retraso…

Tengo cinco francos. Me gastaré dos –sin aguardar hasta mañana, domingo- para afeitarme. Con la cara limpia, estoy más sonriente. Y empieza a sonreírme la felicidad.

No formo parte en el mercado negro. Nunca hago ventas. Si acaso, hago compras. O hago intercambios. He dado un paquete de Scaferlati de 40 gramos y me han dado un kilo de pan: a lo menos me han dado medio pan de los que deberían hacer dos kilos. Buen día de mi santo. Mi patrón ha patronado mi barca. Puedo pasarme de tabaco, pero no puedo pasarme de pan. Por lo menos hoy no pasaré hambre.

Una desgracia nunca viene sola. He aquí otra gran desgracia: un amigo, un buen amigo, un dilecto amigo, un amigo íntimo, me ha hecho un gran favor. Este favor es tan grande que consiste en que el amigo ha podido alcanzar para mí algo de alegría gracias a su influencia directa: me ha obtenido de una alta personalidad del campo ocho horas de libertad. 

Mañana, domingo, de las doce a las ocho de la tarde, podre ir por primera vez a Toulouse. Será mi primer permiso, mi primer día de libertad después de tres años y medio. Me da el permiso –un pequeño papel- que ha obtenido sin someterse a los trámites burocráticos que yo había seguido hasta aquí inútilmente. No he tenido ahora que firmar ninguna demanda, no he tenido que hacer la demanda. Ha obtenido el permiso él, para darme una sorpresa. Y se ha sorprendido cuando le he dicho:
Hoy es mi santo..

Y me ha traído un regalo. Como España para su Patrón, yo  disparo una salva de honor:
Viva la libertad! 

El día de regalo será mañana, pero el regalo me ha sido hecho hoy.
Me informan que los domingos no funciona el autobús que pasa por la misma puerta del Campo, yendo de Portet-sur-Garonne hasta Toulouse. Tendré que hacer algo más de media hora a pie e ir a tomar el tranvía de la cruz de la piedra: La Fourguette-Toulouse.
Mi informante precisa:
Es el tranvía 12-44.

Recuérdelo bien, para que no se equivoque al volver. La placa del tranvía parece un quebrado (número quebrado):
12/44

Como hace tiempo que no tomo tranvías, ni me encuentro con estos quebrados, anoto en mi memoria:
Doce cuarentaicuatroavos

El tranvía más indicado para la vuelta es el que sale de Toulouse a las 18’10. Una última pregunta:
¿Y…cuánto cuesta el trayecto de tranvía?

Es barato: solo cuesta un franco y medio. Para tener fuerzas para andar, para correr, tengo el pan. Para los dos trayectos de tranvía, me quedan justamente tres francos. Y en Toulouse tengo amigos.
Hago para la pequeña excursión preparativos como para un gran viaje. Las cosas desacostumbradas parecen enormes. Me dejara dormir por la noche el albarazo alborozo: alegría grande

Se ha roto el círculo mágico, desaparece el maleficio, tendré ocho horas de libertad… ¡qué larga y qué corta es una jornada de ocho horas! Hoy la fortuna me ha sonreído. Hoy la he visto y me ha mirado. Hoy creo en dios. 



26 julio 1942
La Octava maravilla

Hoy he ido a Toulouse. He visto, un poco, Toulouse. Y me ha parecido una maravilla del mundo, una ciudad maravillosa..

Desde primeros de febrero de 1939 estoy en campo de concentración y había perdido el hábito de bajas de los tranvías y de subir escaleras. Como los marineros al pisar tierra después de un largo viaje, yo no tenía seguridad de movimientos: casi no me sabía mover por calles y paseos. He ido solo. He salido solo. Tanto tiempo de estar junto con otros, me hacia tener la sensación de haberme evadido, de haber dejado atrás los compañeros de galeras o los compañeros de grilletes.

 El guardia que estaba de guarda (guardia) en la caseta de entrada al campo ha examinado mi laissez-passer, me ha preguntado el número de mi pabellón y ha anotado en un registro la hora de mi salida. Como yo pareciese aguardar un nuevo permiso verbal de salida, el guardia, después de dejar en la mesa mi laissez-passer, me ha dedicado una mirada y un gesto de extrañeza, como diciendo:
¿Qué aguardas para marcharte?

Cuan sencillamente he salido del campo. Cuan sencillamente he estado recluido tres años y medio. ¿Y cuándo llegará el día en que podré volver a mi casa y abrazar a los míos así, sencillamente?
He dado mis primeros pasos de hombre en libertad por la carretera hacia Toulouse, pero pronto me he detenido y he vuelto la cabeza como la mujer de Lot. No me he vuelto de sal, pero las piernas me temblaban y he sentido el gusto de unas lágrimas saladas.

Nadie me decía nada. Podía moverme, ir solo, seguir carretera adelante… ahora que podía seguir carretera adelante, me quedaba clavado en la carretera.

Miraba, volviendo la cabeza, la perspectiva del campo. Llegué a él hace quince meses, en una madrugada de primavera que era lluviosa y parecía una noche de invierno; y ahora salgo de él en un pleno mediodía de verano…

El campo de concentración, ahora que salgo de él, tiene un aspecto alegre. Las tejas rojas de los bâtiments brillan al sol. La gente que pasa quizá se diga:
¡Qué bien deben de estar los refugiados!

Como los domingos no funcionan los autobuses que van a Toulouse, debo abandonar la carretera; me paro ante la parada que hoy no sirve de nada, ..tuerzo a la izquierda hacia el camino que en media hora me llevará al final de trayecto del tranvía de la Fourguette. No atravieso la carretera correctamente. Y pronto me encuentro envuelto por el polvo y las blasfemias que dejan atras unos ciclistas. 



29 julio 1942
“Oh mon pays!”

Hoy ha habido un festival. De vez en cuando tienen efecto festivales y la mayoría de gente del Campo –el asco no es hijo tan solo de la monotonía- los considera con indiferencia; pero yo asisto a casi todos ellos y me acuesto tranquilo los días que, al desnudarme, me digo: “hoy ha habido un festival.” Y minutos después estoy durmiendo. 

En el festival de hoy, que era para recaudar fondos para el “Secours National” francés, hemos escuchado los cantos y piezas musicales de costumbre pero había muchos números franceses. 



30 julio 1942
Sierra Morena al norte de los Pirineos

Hoy he recibido un paquetito de un buen amigo francés, un maestro, un instituteur. Un padre de familia, un hombre generoso y delicado que ha añadido al envió de papel para escribir, polvo para hacer tinta y un libro, un solo artículo comestible: 125 gramos de chocolate.
Y lo intuí comestible, aun tratándose de pequeña cantidad, me ha sido confiscado, requisado…! (está a punto de caerme de la pluma como una gota de enérgica indignación, un más enérgico participio).

El padre de familia me ha escrito que los 125 gramos de chocolate habían sido ahorrados por sus hijitos, que se lo habían quitado de su ya escasa ración... ¡una prueba de amistad, una lección de padre y de maestro! Una lección de cosas dada por mi amigo maestro, frente a sus hijos y para su amigo...

Hasta aquí no hay nada que decir, aunque a mí se me haya ocurrido decir algo.. Pero es que el compagnon que ha abierto el paquete me ha querido . Me entregaba todo menos el chocolate, sin decir nada, callando como un muerto. Había escamoteado el chocolate y se hacia el desentenotido desentendido ante mi reclamación. Suerte que la carta anunciadora del envío ha llegado antes que el envío y sabiendo que vendrá algo de chocolate he podido observar la sustracción y hacer la reclamación. Y el digno funcionario me ha entregado la correspondiente hoja de requisa, murmurando:
Para que qué le servirá…

Si no me sirve para nada, tendré la curiosidad de guardar… como un recuerdo…. La guardaré como un trabuco.



4 agosto 1942
Otra clase de albergados

Hacía tiempo que no veía el uniforme de los guardias móviles brillantes y lujoso, que tanto impresión me hacia los primeros días de haber llegado de España casi cubierto de harapos. Ayer llegaron unos treinta guardias móviles y pude observar que su uniforme ha sufrido ligeras modificaciones, quizá debido a largas restricciones de tiempo de guerra y de tiempo de armisticio. De todos modos, el uniforme de los guardias móviles sigue siendo mucho más aceptable que el de los compagnons.

De momento yo no adivinaba qué clase de fuerzas venía a nuestro campo y qué venían a forzar. Un amigo me decía sonriendo irónicamente:
¡Son una nueva clase de albergados!

Se pretende que los campos de concentración son albergues.
Cuando el campo alberga los nuevos uniformes, será que estos vienen a romper la uniformidad. Todos nos preguntamos, intrigados
¿Qué vienen a hacer?




5 agosto 1942
Rumbo desconocido

Los guardias móviles vinieron a llevarse, a conducir una expedición de refugiados de aquí. ¿ van a otro campo? ¿ al campo vecino de Noé, según dicen?

Entre el personal de las cocinas he oído unas murmuraciones.
Cuando hay traslados, todo se trata sigilosamente. Hay que evitar que la gente se espante y se fugue.

Por los insistentes rumores, la gente está alarmada. Los guardias móviles se movilizan trasladando a refugiados y reforzando la vigilancia. Pero dicen que la pasada noche ha habido 15 evadidos, entre hombres y mujeres. ¡y hasta dicen que el propio director del campo ha comentado el éxito del refuerzo de la fuerza!

Se desconoce el rumbo de los que salen y se ignora el paradero de los que se han fugado. ¿Cuánto tiempo tardarán en volver al redil?
Cuando alguien pregunta -a uno de los que probablemente saldrán en una próxima expedición- si sabe a dónde va, se oye alguna respuesta parecida a esta:
No voy, que me llevan!



8 de agosto 1942 
¿Quinientos caballos o doscientos caballos?

Hoy ha sido un día de movimiento. De movimiento, porque nos ha sido ordenado a todos no movernos del respectivo pabellón. Sólo lo hemos abandonado para ir a comer y para ir a cenar. Sabía lo que era no abandonar el campo. Ahora sé qué es no abandonar el pabellón. ¡Siempre hay algo peor!

Ayer nos avisaron que hoy el café se repartiría por la madrugada media hora antes que de costumbre, que la comida se anticiparía una hora y media, que la cena sería servida con retraso…

¡Había que ceder lugar al tiempo! Los toreros atemorizados exclaman:
¡Dejarme solo!

Con nuestra quietud en los pabellones, se ha querido no obstaculizar el movimiento por avenidas y paseos. Nos se nos dijo que habría traslados de gente; pero vimos llegar fuerzas, unos movimientos, y no hemos tenido fuerza para movernos…

Las fuerzas llegadas eran también guardias móviles y además, hay fuerzas de caballería. Dicen -pero esto no lo he visto- que en la estación de Portet había emplazadas ametralladoras. Supongo que los aviones que volaban eran los acostumbrados del vecino campo de aviación y no se referían a nosotros. 

Han salido del campo unos trescientos judíos alemanes, hombres y mujeres. ¡Y dicen que están en proyecto más expediciones!
Los propios compagnons con algunos de los cuales hemos trabado cierta amistad, nos tranquilizaban a los españoles:
Para vosotros no hay nada, para vosotros no hay nada…

Y desfilaron judíos, se hacían y deshacían filas de judíos, acabados de avisar para partir inmediatamente con enormes cantidades de equipaje. Partían con rumbo desconocido grupo de hombres y mujeres. Eran separados maridos de esposas, padres de hijas. Muchos sin casi tiempo de despedirse.

Una madre era trasladada, pero su hija permanecía en el Campo. No había para separarlas ni la excusa del sexo. Lágrimas, protestas, gritos de desesperación….

Y un magnifico día de verano. Un sol de justicia. Un calor de padre y señor mío. Pero los familiares dispersados quedaban sin sol, sin padre y sin justicia…

Si hemos permanecido todo el día quietos, todo el día hemos visto desfilar camiones, llenos de gente, camiones llenos de equipajes, camiones llenos de guardias móviles…

Hasta la hora de armar la bandera del Campo, al anochecer, ha sido solemne. Los guardias que saludaban la bandera eran numerosísimos. ¡Pero hoy no ha habido público!

Al final del día, al comenzar la noche, teníamos en el pecho, o sentíamos trepidar por nuestro espíritu, un camión de emociones…

“Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar”
Los españoles no llevamos tanta barba como los judíos, pero llevamos más tiempo que ellos en Francia y en los campos de concentración y ha podido crecernos la barba.

Desde mi ventana, con las últimas claridades del día, hemos visto pasar caballería por la carretera de Portet à Toulouse que pasa junto a la misma entrada del Campo.

Las fuerzas se retiraban. Los guardias móviles cesaban en su movilidad para con nosotros. Los caballos relinchaban, en una procesión que parecía inacabable.

En el interior de los pabellones, los pobres judíos alemanes que han quedado también relinchan….

Dos españoles estaban discutiendo si los caballos que pasaban eran quinientos o doscientos. Pero es fácil contarlos… Iban a tres de fondo. Eran algo más de cien. 



10 Agosto de 1942:
Los cuatros suicidios

Hoy ha habido otra aparatosa expedición de judíos alemanes. Se les ha expedido- no se les ha despedido- con el mismo aparato y el mismo sigilo de la otra vez.

También un día de encierro para todos. Y para ellos la sorpresa, el disgusto y la desesperación. Para los judíos que todavía no han marchado, pero que están en expectación de destino- y se temen un mal destino-, pende la espada de Damocles…

Pasaban guardias por los pabellones e iban leyendo breves listas de nombres, como quien lee sentencias de muerte sin ni un juicio sumarísimo…

Algún guardia complaciente nos espeta a nosotros:
No hay ningún nombre español…

Por el momento –un momento que dura siglos y hasta milenios- la maldición pesa exclusivamente sobre el pueblo judío. Los favorecidos por la suerte se disponían inmediatamente a obedecer.

Se repetían los ayes de dolor, el crujir de dientes y las maldiciones bíblicas. Hombres y mujeres cargados de fardos y hechos un fardo se alejaban.. ¿Hacia dónde? Solo sabían que iban a lo lejos.

Pero todo se va sabiendo. Ellos han sabido – y nosotros hemos sabido que los hombres van a Alemania y las mujeres a Polonia. 
Han subido al tren en la estación de Portet, no en la de Toulouse que dista por carretera de solamente cuatro o cinco kilómetros más.
Cuando aquí se dice Portet, sin precisar que se trata del pueblo, se sobreentiende que se hace alusión al cementerio. Nuestro campo se halla más cerca del cementerio que de la estación. Lo emplazaron estratégicamente.

En la estación de Portet los judíos han subido a vagones precintados: unos vagones en los cuales viajan a guisa de maletas, como quien dice con billete directo para Alemania o Polonia, incluido servicio de restaurant. Se trata de aquellos mismos vagones de mercaderías, tan conocidos por los refugiados españoles, que no tienen ventanas y si solamente una puerta a cada lado, y que llevan al letrerito: capaz para 40 hombres u 8 caballos

Pero no todos los judíos que han salido de Portet- campo de concentración, han llegado a Portet-estación o a Portet-pueblo: cuatro de ellos han ido a parar a Portet-cementerio. Cuatro judíos se han abierto las venas a lo Séneca.

Los mártires cristianos acreditaron la palabra resignación. Filósofos de Roma y Grecia fueron estoicos. ¡Pero la civilización hebrea es más antigua que la civilización greco-romana!

El dios que se hizo hombre escogió al pueblo de Israel, honoró a la raza hebrea al hacerse carne para redimir a la humanidad.

Cristo fue crucificado.
Los hebreos son una raza de perseguidos. 
Se dice que los españoles pronto volveremos a España.



4 de septiembre de 1942
¿Suicidio o accidente?

Uno de los días del pasado mes de agosto hubo otro suicidio o quizá un accidente.

¿Otro judío que se ha suicidado?

Esta vez no ha sido un judío. Y así –¡qué mentalidad!- se han conmovido más los españoles. Todos somos hombres, todo hombre es un hermano nuestro.

Una española –no un español- ha sido la victima el suicidio “accidente” del otro día. Aunque se trate de un suicidio, también es un accidente. No se concibe que ningún hombre pueda suicidarse.
Un suicidio que busca la muerte a causa de algún accidente doloroso, no deja de experimentar una muerte accidental.

Esto de muerte accidental ha de ser consolador para los que creen –yo quisiera creer y por lo tanto prácticamente creo –en la resurrección o en la vida eterna.

La pobre mujer desaparecida –ahogada en un riachuelo que pasa por el campo y que parecería ridículo- era esposa de un compañero mío de pabellón, aunque él esta –o estaba –en el otro côté (esto de que los hombres no se hallen en un mismo lado o en un mismo país, es una causa de disminución de afinidades). 

Su marido estaba grave, al parecer incurable. Se ha suicidado la esposa en un momento de tristeza o desesperación, ante la gravedad del marido?

Y la esposa ahogada ya no venia –claro está- a ver a su marido, que tenia 40 grados de fiebre y deliraba. El médico ordenó, mientras (falta un verb) el marido enfermo en mi pabellón, que no se le comunicase al fallecimiento de su esposa. Se le decía que su esposa estaba ahora en un hospital en Toulouse, que se había puesto enferma durante una de las crisis que él tuvo. ¡Y él se lo creía porque quería creerlo! Yo también creo que viviré porque me gustaría ver publicadas estas notas. Una publicación no de trascendencia pública sería el que llegasen por lo menos a conocimiento de los míos. Como el día de mañana habré de volver a mantenerles, la esperanza me mantiene.

El marido enfermo –el viudo enfermo que no se sabe viudo y no se ve tan enfermo- ha sido trasladado por fin a la enfermería.

Y yo no voy a preguntar por el enfermo que se hace ilusión de que su esposa vive, dejo pasar los días sin preguntar por el enfermo, para hacerme también la ilusión de que sigue viviendo.

La mayoría de enfermos sienten repulsión ante la idea de ser trasladaos a la enfermería y hasta algunos rehúsan ir allí exclamando:
-¡que me dejen morir tranquilo!

Como los 84 pabellones –salvo aquellos habilitados para otras dependencias- están ya clasificados como pertenecientes al campo-hospital y son ya hospital o enfermería, y así lo indica el hecho de que cada médico y cada enfermera tenga asignado un grupo de pabellones el ir a los pocos pabellones clasificados como enfermería es como ir a la antesala del cementerio…! La enfermería viene a ser el sancta sanctorum del campo-hospital!

El probable suicidio de la pobre mujer me hace pensar en el gran número de mujeres que se suicidan: los hombres, que son los que hacen la guerra, más bien se dedican al homicidio.

¡Pobre humanidad! También el homicidio es un suicidio…

El hundirse en la lectura responde al propósito de elevarme de este ambiente. Y mis recientes lecturas – en las novelas inventadas hay más parte de realidad y de verdad de lo que la gente supone, así como los pintores y escultores requieren un modelo, necesitan contemplar una modelo desnuda- mis recientes lecturas confirman lo de que las mujeres se suicidan. 

Así como hay suicidios literarios, hay literatura homicida…
Acabo de leer una novela de cine alemana: “Muchachas de uniforme”, de  Christa Winsloe y tres novelas francesas: “Le disciple” de Paul Bourget; Julie de trécoeur”, de Octave Feuillet; y ‘L’île verte” de Pierre Benoit. Pues bien: cuatro novelas y cuatro suicidios de mujeres.

Aunque el héroe sea a menudo una mujer; pero…esto de que la heroínas frecuentemente se suicidan…

Mis lagrimas literarias ante los suicidios novelescos quieren hacerme olvidar los suicidios de  este campo de concentración: suicidios de judíos y de españoles, prosaicos, feos, tristes y negros…! ¡Suicidios sin literatura!


 
Lettre clandestine de l’archeveque Saliège de Toulouse 

«  LETTRE DE S.E. MONSEIGNEUR SALIEGE ARCHEVEQUE DE TOULOUSE SUR LA PERSONNE HUMAINE »

Mes très chers Frères,
Il y a une morale chrétienne, il y a une morale humaine qui impose des devoirs et reconnaît des droits. Ces devoirs et ces droits, tiennent à la nature de l’homme. Ils viennent de Dieu. On peut les violer. Il n’est au pouvoir d’aucun mortel de les supprimer.
Que des enfants, des femmes, des hommes, des pères et des mères soient traités comme un vil troupeau, que les membres d’une même famille soient séparés les uns des autres et embarqués pour une destination inconnue, il était réservé à notre temps de voir ce triste spectacle.
Pourquoi le droit d’asile dans nos églises n’existe-t-il plus ?
Pourquoi sommes-nous des vaincus ?
Seigneur ayez pitié de nous.
Notre-Dame, priez pour la France.

Dans notre diocèse, des scènes d’épouvante ont eu lieu dans les camps de Noé et de Récébédou. Les Juifs sont des hommes, les Juives sont des femmes. Tout n’est pas permis contre eux, contre ces hommes, contre ces femmes, contre ces pères et mères de famille. Ils font partie du genre humain. Ils sont nos Frères comme tant d’autres. Un chrétien ne peut l’oublier.
France, patrie bien aimée France qui porte dans la conscience de tous tes enfants la tradition du respect de la personne humaine. France chevaleresque et généreuse, je n’en doute pas, tu n’es pas responsable de ces horreurs.
Recevez mes chers Frères, l’assurance de mon respectueux dévouement.
Jules-Géraud Saliège
Archevêque de Toulouse
23 août 1942



10 de setiembre de 1942: 
Vale más ser perseguido que perseguidor

Hoy ha llegado a mis manos en mi pabellón un documento clandestino. Lo he leído en voz alta a mis compañeros y lo he traducido al español. Tal documento clandestino es una carta del arzobispo de Toulouse. Es clandestino no ya en nuestro campo de concentración, sino también en la vecina ciudad de Toulouse donde la carta clandestina circula por todas las manos clandestinamente.

Todo hombre de espíritu leerá el documento con satisfacción. Pero todos los que estamos en el campo de Récébédou y hemos presenciado los repugnantes y trágicos acontecimientos a que se alude, lo leemos emocionadamente.

He aquí el documento. Es de un pastor que tiene alma de cordero y que sabe alzar a la vista de todos los hombres la evocación del Agnus Dei. Sin recorrer a la solemnidad de alzar un ostensorio, la solemnidad y alcance del gesto arzobispal se hace ostensible.
Mi auditorio de rojos españoles se conmovió. Estos rojos, que en España han matado a tantos curas, son hombres. No somos judíos como nuestros compañeros de cautiverio, pero como ellos somos extranjeros.

Hay una moral humana que inspira deberes y reconoce derechos. Ellos pertenecen a la naturaleza del hombre. “Les étrangers sont des hommes” estamos acostumbrados ya a presenciar las escenas de  “l’épouvante”.

Se nos ha dejado morir, a españoles o judíos, peor que a perros. ¡Y somos hombres! Somos hombres extranjeros en esta patria de los derechos del hombre.

Pero alzamos la vista y se nos ensancha el pecho ante esa voz generosa. Hasta nos unimos a ella: “Notre Dame, priez pour la France!”. Nunca esperemos una palabra de rectificación. En la moral católica – en la moral universal- inició el camino de la salvación un gesto de arrepentimiento. 

Sabido es que entre nosotros hay, pocos o muchos, católicos.
No todos están del lado de Franco. Lo que ignora el público en general, y especialmente el público francés, es que entre nosotros -aquí, en los campos de concentración- ha habido también algún sacerdote católico. La propaganda franquista ha alterado terriblemente los hechos.

Ha habido sacerdotes católicos. Pero ya nos los hay, porque ahora gozan de libertad y trabajo: están ocupados en decir las misas que para el descanso de su alma necesita el buen pueblo francés.

El arzobispo de Toulouse que acaba de ser encarcelado y que ha tenido el honor de ver su prosa declarada clandestina, ahora es uno de los nuestros: ha venido a situarse a nuestro lado en las barricadas…

Su prosa se parece a la del filósofo Séneca en las cartas a Lucilius cuando habla de los esclavos romanos. Los esclavos romanos no eran cosas; los refugiados extranjeros –judíos o españoles- somos hombres.



17 agosto 1942
Aquí no se engaña a nadie

Ni calumnio, ni exagero. Todo lo que digo es la verdad pura. Muy a menudo, en todos mis escritos nacidos en Francia surgen apreciaciones doloridas ante hechos …o el adjectivo “francés”.
Pero no me duelen ..y me gusta la mise au point . Qué más quisiéramos que entonar un himno de agradecimiento a Francia por su acogimiento, su trato y su delicadeza. 

“Los macarrones franceses” que me fueron requisados fueron recuperados. Y por fin acabo de recuperar hoy los 125 gramos de chocolate que me hicieron decir indignamente que Sierra Morena se halla el norte de los Pirineos .

Claro que lo recuperado se debe a mi tenacidad, tozudería de cazador que se cansa, se des… dicen que los chicos gastan des…

No pudiendo cocinar, dejé que los macarrones se hicieran papilla puestos en maceración en leche. Y el chocolate lo he comido o lo he diluido en agua de coles. Y he gozado las emociones del cazador que está al acecho.



14 septiembre 1942
Pedrada en ojo de boticario

Hace pocos días, dos amigos me avisaron de que mi nombre estaba en el tablón de anuncios, en la lista cotidiana de los que deben presentarse a retirar giros postales.

Como no tenía anunciada ninguna, me quedé agradablemente sorprendido. A la mañana siguiente, me presenté a retirar el giro. No lo cobré aún, solo llené un trámite preliminar. Exhibí mi carnet, puse una firma en…. Que al día siguiente, también a las diez de la mañana, me presentase a cobrar 300 francos. El trozo de cartulina,  aviso de un mandat-poste, solo llevaba dos palabras en el sitio desinado a correspondencia; “Pour secours”. Quizá era el remitente? El “Unitarian Service Comitee”, organismo filantrópico norteamericana, oficina de Marsella.

La misma tarde recibí el recado de que pasase por la enfermería, pabellón 21 a ver al Dr. Kaplan. El Dr. Kaplan es un médico polaco, pero no es refugiado. Hasta creo que hace años se nacionalizó…Francia. En su presencia, fui presentado a la comisión norteamericana que visitó el Campo el día 29 junio y cuya visita me inspiró la hoja de calendario “un día optimista”.

Me dirigí … a darle las gracias por su intervención y le dije que ya tenía el aviso de cobro de los 300 francos. Mi sincero agradecimiento. Mi alma se pone de rodillas. Es el delegado en el Campo del “unitarian service Comitee” institución de ayuda a los refugiados parecida a los cuákeros, pero que no son los cuákeros. Nada se me dijo sobre matices o diferencias de secta; pero sé que se trata de una entidad vagamente religiosa, pero concretamente humanitaria.

Palabras y hechos. La teoría y la práctica. Resentidos(pot ser) positivos. Eficiencia. Comité norteamericano.

Una sola vez recibí 100 francos de ayuda de un organismo español: un comité catalán y barcelonés que funcionaba –debido a las circunstancias- casi clandestinamente bajo el nombre “layetana office”. (esto parece también una cosa cuákera y norteamericana. Es que los catalanes somos algo yankis y mercachifles. Me he quedado rascándome la cabeza con incredulidad cuando el Dr kaplan me ha comunicado me recibiré CADA MES trescientos francos de esa buena gente de los rascacielos. Ya no me rascaré la cabeza tendido al cielo abierto. Llegaré al cielo por .. que sea. … Me embarga la emoción. No hay palabras para expresarla etcétera, etcétera.

Mi alma ya no está de rodillas, se ha puesto con todo el cuerpo postrado en tierra como un cartujo.

Ser humanitaria es hacer bien a la humanidad, al hombre. Si un hombre redimió a la humanidad, no es menos hombre un hombre redimido. En Judea nació el salvador del hombre. Pero Norteamérica - para mí- ha salvado al mundo.



16 septiembre 1942
Los terrones de azúcar

Debemos ir diariamente a ver las listas de paquetes de giro o de correspondencia certificada y mira si esta en ellas mi nombre. No nos avisan a domicilio –no pasan por cada pabellón- y hay el peligro de retraso y de pérdidas si el remitente, por estar demasiado cierto de que su envió llegará, no lo ha certificado. Esta mañana, por casualidad, he pasado por delante de las listas a primera hora y no estaba mi nombre en ninguna parte. Pero había un giro postal para un compañero de pabellón y me he apresurado a hacer de ángel anunciador de la buena nueva.

Esta tarde he vuelto a pasar por allí y por un exceso de precaución he vuelto a mirar las listas: solo excepcionalmente ponen por la tarde una segunda lista complementaria de la de la mañana.

Y mis apellidos estaban allí, en la segunda lista. No esperaba nada y he tenido una sorpresa. Mejor dicho: no tenía anunciado nada, pero siempre espero algo. Es natural que la diosa esperanza me premie por saber esperar, porque casi todos los que colman mis esperanzas en sus envíos y obsequios son esperantistas.

Soy un antiguo adepto del esperanto. La lengua …internacional fue llamada así porque el autor del Esperanto, el dr. ¿l;l? Zamenhof, judío polaco residente en Varsovia lanzó su idea y su proyecto en una revista rusa bajo el …



23 setiembre 1942
Quien no se consuela es porque no quiere

Desde mediados de abril del año pasado vengo recibiendo diariamente medio litro de leche, salvo algunos días en que se ha producido una excepción. Hasta ahora he venido escapando a todas las restricciones y revisiones. Hace tres o cuatro días nos dijeron que no debíamos ir a buscar la leche al pabellón donde está el Socorro suizo, sino a una de las cocinas, al pabellón 75. …a la amabilidad de le enfermera suiza. Estos últimos días daba la leche una enfermera francesa. La daba. Hoy, a mí no me la han dado. Un médico me ha preguntado cómo era que yo tenía aun medio litro de leche cuando todo el mundo tiene ya solamente un cuarto de litro. (El mundo que tiene leche es una pequeña parte del mundo). Me han quitado la carta. El médico me ha dicho para consolarme:
Pero si aun los tuberculosos tienen un cuarto de litro! Usted puede pasarse sin nada. 

He dado las gracias a Dios por no ser tuberculoso.



27 de setiembre 1942
El puerco del director

En rigor, debería hallar de dos puercos: el puerco del director y el puerco del gestionario. Llaman aquí gestionario –o gestionnaire- a una especie de director administrativo. Gestionario, gestor, director –nuestro director- viene a ser un gerente político. Director es más que gerente. Y en las sociedades anónimas se acostumbra a confiar a una sola persona los dos cargos: el de Director Gerente.

Gerente solo significa que interviene, no que dirige. El gerente interviene en nombre del consejo de administración. Cuando no nos placen intervenciones, decimos que queremos evitar injerencias.

Cada uno en su aspecto, las dos autoridades del Campo –la política y la adminsitrativa, el director y el gestionarío- hacen la acción de gerer ou gerie: en su trabajo se ingieren y para su sutento ingieren- … (y no hay que decir que, más que sus subordinados, digieren).

Los actuales director y gestionario son simpáticos: los mejores que hemos tenido. El ultimo gestionario pasó a la cárcel: no dio cuentas satisfactorias de su gestión. (Será ésta una de las cosas por las cuales hemos pasado aquí tanta hambre). El penúltimo director nos dirigió a los españoles del Campo una injusta filípica que ojala sea la última.

 Pero no debemos ser injustos: las personas a que me refiero ahora, no se merecen el calificativo de puercos. Lo que pasa es lo siguiente. En esta época de escasez, todo el mundo se aprovecha. Los guardias, los compagnons, se hacen cultivar por los refugiados, asociándoles, parcelas de terrenos de campo en el campo. Es una original aplicación de la enfiteusis). Las enfermeras crían gallinas y conejos.

 El director y el gestionario crían puercos. El bajo pueblo, los solidados rasos, los simples refugiados, no criamos nada: de criar algo, criamos cuerdos….(Y a veces hemos criado piojos). Se ve que sobra comida para engordar puercos (se hace que sobra comida de la que comemos nosotros). Vivimos en el mejor de los mundos posibles.

Ayer se supo que quedaba suspendido el traslado del campo a un pueblecito cerca de Limoges, que nos había sido anunciado al regresar nuestro director de una entrevista con el gobierno de Vichy. Y, con la suspensión de una cosa que nos molestaba, se ha suspendido una cosa que nos agradaba. Ante el traslado inminente, fueron sacrificados ayer el puerco del director y el puerco del gestionario. Para hoy, domingo, se había anunciado que se secrificaria los dos restantes puercos –que el director y el getsionario tenían la amabilidad de cedernos- y que con el rancho de hoy se nos serviría tocino. (Exceptuando a aquellos, de entre los judíos alemanes). Un poco de grasa o carne de puchero, de madrano, de cochino o de guarro, para muchos refugiados no es una novedad: dicen que cada día se nos sirve una guarreria.

Pero, habiendo sido suspendida la orden de que los dos restantes puercos fueron sacrificados, nos hemos quedado sin puerco: los sacrificantes hemos sido nosotros… después de la promesa de hacernos comer puerco, los autores de la promesa ¿quedarán como unos puercos? De todos modos, si hoy no hemos comido puerco, a todos los refugiados se nos ha hecho butifarra…



3 octubre 1942
Al servicio de los anamitas

Nuestro campo desaparece. Ya el 2 de septiembre de 1939 desaparecía el refugio de Montolieu. Había allí solo 700 refugiados. Era un refugio de intelectuales y mutilados. (Como yo no soy mutilado seria más cortés decir que era un refugio de mutilados e intelectuales).

Una deferencia o un homenaje del gobierno francés hacia la nobleza de los espíritus y hacia la entereza de los cuerpos. Pero la deferencia fue momentánea, pues pronto volvimos de Montolieu al campo de Bram, de donde yo había salido.

El campo de Bram con el tiempo también desapareció. Y el 20 de noviembre de 1940 fuimos trasladados a la playa de Argelès que había sido el primer campo de concentración conocido por mí. El campo de Argeles desapareció asimismo. El 4 de abril 1941 yo fui trasladado aquí. Y ahora, en octubre de 1942, el Campo-hospital de Récébédou igualmente va a desparecer.

Estos locales son 84 pabellones de construcción idéntica, anexos de construcción diversas y algunas barracas de madera. Por un lado pasa el tren que viene de Burdeos. Por otro la carretera que va a Toulouse. Estamos siete kilómetros de esta última ciudad. Hay espacios de terreno para cultivo entre los grupos de pabellones, avenidas y paseos. Y un lindo paisaje. Por un lado se va al pueblo de Portet-sur-Garonne; por otro la carretera lleva al final del trayecto de tranvía Toulouse-lafourguette que une al centro de la ciudad, después de atravesar el rio Garona, con el suburbio situado más allá de la cruz de piedra.

La carretera que se dirige a Toulouse, va hacia oriente, hacia allí donde sale el sol. La cartera de Toulouse se llama “Route d’Espagne”. Nosotros miramos siempre hacia la puerta del campo, hacia la carretera de Toulouse que es el camino de España; y clavamos la vista en aquel punto del horizonte, como los musulmanes se colocan para rezar de cara a la Meca. Hasta las basílicas cristianas creo que se construían de cara al oriente. Nuestra Meca está en Palestina. “Ex oriente lux”..

Pero estos locales no fueron construidos ex professo para los refugiados españoles y para los judíos alemanes tratados con tanta piedad por Franco y por Hitler. Servían para alojar una parte de los obreros de la gran Poudrerie, de la fábrica de pólvora que el gobierno francés tiene o tenía en Toulouse.

Digo tenía porque la gran fábrica de pólvora dejó de funcionar en cumplimiento de las clausulas del armisticio con Alemania. El mundo evoluciona: ahora la gran Poudrerie empieza volver a trabajar para proveer a los ejércitos alemanes; Hitler necesita para pacificar el mundo. Se dice que los pabellones a los cuales nos estamos despidiendo serán ocupados por anamitas, hijos de Indochina, colonia francesa.

Esto es retroceso de la raza blanca, somos desalojados por el empuje de la raza amarilla. Hasta que Francia haga otra armisticio…con Inglaterra.



LE DEPART DE RECEBEDOU
7 octubre de 1942
El arca de Noé

Como una paloma que sale del arca de Noé yo he evitado tempestades…en Récébédou; y casi estoy evadiéndome para no ir a chocar con otros en Noé. Me he enterado de que en el campo de Noé hay una disciplina severísima y han confiscado pan y otros procedentes de Récébédou y han separado –la repugnante separación de sexos ya nos era conocida- a una madre de un hijo de cinco años.

El arzobispo de Toulouse ya convolvió en una especie de anatema a los campos de Noé y Récébédou sitos en su diócesis. Un campo de concentración ya es parecido al arca de Noé, pues hay muchas especies de animales, sobre todo de aquellos, de los cuales Noé hizo mal en recoger una pareja. Y así como el arca de Noé fue un encierro durante el diluvio, si yo llego a ir a Noé tal campo severísimo hubiera sido para mí un encierro hasta que desciendan las aguas del diluvio de España y vuelvan a su nivel. Cuando las nubes desaparezcan y el horizonte se ilumine, se despeje del todo, me hallaré sobre el Tibidabo como sobre el monte Ararat. Noé, en donde por poco me meten, es un arca que encierra animales. Pero Nexon, a donde voy a meterme es un arcano..

Tengamos fe. Los judíos que me acompañaran en mi viaje me ayudarán, si el caso llega, a invocar al Dios de Israel, a rogar al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob..

Al nacer del día ya todos estábamos despiertos y algunos levantados: estábamos comentando que exactamente ocho años antes algunos pasamos también levantados la noche del 6 al 7 de octubre y luego acostados muchas noches en la cárcel y quizá ahora muchas más noches tumbados en los campos de concentración…

Habíamos estado oyendo –percibiendo el ruido de las palabras, pero no su sentido- las conversaciones de los guardianes apostados junto a nuestro pabellón-enfermería: en vez de desplazar patrullas por todo el campo habían situado guardias justo a los pocos pabellones habitados… a la siete de la mañana he llevado mis equipajes y he ayudado a cargarlos en el camión…Eran solamente cuatro: una maleta, una gran caja de cartón, un saco lleno de ropa y mantas y almohadones atados con cordeles. He dejado por demasiado usadas –y sin embargo alguien las recogerá- una gabardina y una americana, y varios utensilios. Yo traigo conmigo: la mochila –con todos mis manuscritos inéditos y algunos libros- a la espalda; mi abrigo en el brazo izquierdo; y en la mano derecha un cubo de lavar ropa lleno de cachamos para comer y beber y botellitas de tinta, disimulado todo por una serviette de piel, precioso archivo de retratos, cartas y notas.

A las once ya habíamos comido; y hemos ido a formar en la carretera a las once y media. El grueso del ejercito iba a pie, encuadrado por gendarmes; pero hemos ido a la estación en camiones las mujeres, niños, ancianos, mutilados y enfermos. Apenas llegados a la estación de Portet-sur-Garonne, hemos subido a un tren especial. Cuando todo el mundo ha llegado a la estación, han sido llamadas todas las plazas del tren y han pasado los cocineros por los vagones entregándonos a cada uno para el viaje: una ración de pan extraordinaria, un buen trozo de carne, un buen trozo de pan de higo –una especie de mermelada solida y prensada- dos quesitos y una lata de sardinas portuguesas.


La esplendidez del suministro es un buen augurio: cuando fuimos de Argeles a Récébédou –también casi un día y una noche –pasamos un hambre espantosa. 

Cuando el tren arranca, a las dos y media de la tarde, decimos adiós con la vista, dirigimos por última vez la mirada a los tejas rojas de los 84 pabellones que por lo menos nos han preservado del frío a los que podemos aun sentirlo: dedico un pensamiento a tantos compañeros fallecidos entre los cuales para mi destacan Ramón Rusiñol, muerto principalmente de pulmonía, y el carabinero de la mierda, muerto principalmente de locura y de hambre.

Hago una repetida observación: se toma cariño a los campos de concentración…al abandonarlos.

El tren va a Toulouse, a coger la línea de Montauban. Nos detenemos mucho rato en la gran estación. Nos distraen el tráfico ferroviario y las recomendaciones a los viajeros hechas por medio de los altavoces: parece que volvemos a la vida y a los movimientos: viajamos.

En Montauban vemos el rio Tarn.. y merendamos. Merendar copiosamente y moverse es volver a la vida. Los cambios de campo nos fastidian; pero el viajar nos encanta. Había hecho 30 kilómetros en camión, de ir a Noé. Yendo a Nexon, mas allá de Limoges, haré 300 kilómetros en tren, no rápido, pero en vagones de pasajeros. Esta vez no nos recreamos la vista con aquellos letreritos: capaz para 40 hombres y 8 caballos. Hay quien dice que ahora faltan vagones para mercancías -i y que mercancías!- y sobran en Francia vagones para viajeros. (Francia envía municiones a Alemania y Alemania no devuelve a Francia un millón y medio de prisioneros franceses).

En Cahors cenamos. No tenemos libertad en ninguna estación para bajar el andén; pero en Cahors y en Montauban ha subido gente a los vagones a repartirnos agua y a algunos afortunados fruta.
Decididamente, un viaje es un viaje. No estoy arrepentido de no haber ido a Noé. La gente joven española canta incansablemente. Una de nuestras enfermeras ha venido a escuchar, extasiada. Y alguien le dedica alguna copla. Las muchachas españoles disimulan sus celos.

Un judío alemán toca una armónica. En mi compartimiento estamos cinco judíos alemanes y tres españoles. (no judíos). Mis dos compañeros españoles jóvenes, pronto se van a otro compartimento a participar en la juerga. Yo me quedo conversando con dos de los cincos judíos, los más ancianos, que saben el francés. Era antiguamente que Francia sabia hacer irradiar su simpatía!

El que está en frente de mi se quita el sombrero ceremoniosamente cada vez que ha pedido lumbre para su cigarrillo y añade otro gesto de cortesía con la mano. El que tengo al lado es muy charlatán, casi más charlatán que yo, y me obliga a un esfuerzo desmesurado pues su francés me resulta muy germánico. Usa un lenguaje correcto y casi literario, pero con el acento teutónico. Y con el ruido del tren!

 Un detalle revelará la afinidad entre el viejísimo judío alemán que tengo al lado y yo. Es un señor, que a su edad viaja con una máquina de escribir, no portátil, sino de las que usan en casas de comercio.

 Hablamos de Barcelona. He acabado por decir que soy de Barcelona. No digo que Barcelona es la ciudad ms bonuta del mundo, pero sin esforzarme, hago de ella un elogio discreto. Algún día mi ciudad natal habrá de concederme una medalla. Le he hacho mas propaganda que su atracción de forasteros.´

¿Y usted también es español?
Sí señor.
¿No ha vivido nunca en Francia?
Es esta la primera vez que vivo en ella… tres años y medio.

Yo soy un barcelonés que hablo de todo lo de Barcelona: de sus instituciones culturales, de su vida artística, de su barrio chino, de sus cárceles, de sus atentados y sus fusilamientos…de la vida nocturna galante y de la vida trágica en peno día. La Barcelona antigua conserva joyas medievales y la Barcelona moderna improvisa mazmorras antiguas.

Cuando hemos acabado las provisiones, estamos a punto de acabar los cigarrillos. Yo tuve la suerte de que, en el ultimo racionamiento de tabaco, no me tocaron 40 gramos de picadura, sino 40 cigarrillos la mitad de los cuales guardé para esta noche. (No sé liarme los cigarrillos, pero con muchas cosas sé hacerme un lio).

Acabado el tabaco, acabamos las ganas de hablar. Pero se esta acabando el viaje: a los cinco y media de la madrugada entramos en la estación de Limoges.




El nexo de Nexon (8 de octubre de 1942)

“cada mujer es indubitablemente como una flor…” así más o menos empieza un capítulo de la novela “tú eres la paz” de Martínez Sierra. Busca el poeta Francisco Estrada la similitud o correspondencia de Ana maría con una flor…¿ Qué flor? Por fin el poeta descubre que la madreselva es la flor que tenia olvidada. “Casi lloré de gozo….”

Cada campo de concentración es indubitablemente como una cárcel. Aparte de sus aspectos agradables, ¿cual es el Nexo que le une –unión indisoluble- con otros campos?

Viniendo del campo hospital de Récébédou, he hallado en el campo de Nexon una flor que casi tema olvidada: la disciplina severa e innecesaria…casi lloré de rabia.
                                                            ○○○ 

Decíamos ayer… que a las cinco y media de la mañana –no de ayer, sino de hoy- entrábamos en Limoges (el día de hoy no ha empezado para mi hasta las dos de la tarde, después de dormir una siesta de casi dos horas y lavarme con agua muy fresca la cara).

Veinte kilómetros más, y llegamos a Nexon. Un lindo pueblecito rural que afortunadamente para nosotros se halla contiguo a la estación. Son estas unas comarcas agrícolas. Viniendo en el tren, veíamos ambos lados vacas y más vacas.

El campo está situado en un sitio elevado, al cual lleva una carretera en cuesta pronunciada. Llegamos a él a las seis de la mañana – pero son las cuatro, a causa del avance del reloj- en plena oscuridad.

 Apenas entrados en la barraca 4 que a mí me ha tocado en suerte, estalla una tempestad. La lluvia ha tenido, sin embargo, la eficacia de abreviar los tramites de nuestra entrada en el campo. Desde que salimos de España venimos desfilando custodiados y sufriendo interrogatorios, tras de los cuales se alza para nosotros cada vez un interrogante.

Las barracas son superiores a las de Bram y Argelès. Pero también son de madera. Ya sabíamos que nos despedíamos de los pabellones de obra del campo hospital de Récébédou.

De todos modos, estas barracas, reúnen condiciones mucho mejores que las otras barracas de madera. 



29 de marzo 1943
Vista panorámica

El pequeño pueblo de Sereilhac consiste esencialmente en dos calles o canteras: un de Norte a sur y otra que la cruza. La puerta de nuestro campo está en la carretera que viene de Nexon y que conduce a la plaza de la iglesia. Este trozo lo reconocemos continuamente. La carretera general –el camino de parís- y la carretera por la cual vinimos de Nexon en troncan en la plaza de la iglesia, centro del pueblo, al norte esta Limoges (20 km); al sur, Périgueux (80 kms). La parte más céntrica de esta calle máxima es la que va hacia el norte, por la cual pasa el tranvía a Limoges. En ella están la estación, el ayuntamiento y las escuelas. Pero nosotros tenemos más  tendencia a ir hacia la parte Sur, en dirección a Périgueux mirando a España. 

También los judíos alemanes van hacia el Sur. Quizá porque allí está el café: el Hotel Jude. “Jude” para les Judíos y España para los españoles. El mismo Goethe Y Heine sintieron la atracción del Sur, aunque la aguja imantada se dirige hacia el Norte. Pero no tengamos demasiadas preferencias ni exclusivismos: todo el mundo necesita orientarse y la civilización nos ha venido de Oriente, razón por la cual estamos orgullosos de nuestra civilización occidental.

Estamos en Sereilhac. Y otros ratos de otras carreteras nos hablan de Melhac (0 km), Beyrac (9 km) y Burgnac (8 km).



5 ade abril 1943
Madrigal sobre la generosidad de la mujer francesa

Ya en Limoges –en mis segundo día de libertad en Francia- en un restaurant publico me sorprendió el gesto de una señora o señorita francesa ofreciendo uno de sus tickets de 100 gramos para la comida. Bello gesto, sonrisa amable, acción generosa. Que me produjo tanto más honda satisfacción, cuanto más decepcionantes fueron mis anteriores insatisfacciones.

Hoy también debo registrar un bello gesto generoso, gesto femenino, gesto de francesa…[los gendarmes, guardias móviles y compagnons no son francesas, sino franceses].

Desde que llegue a Sereilhac, voy dos veces cada día a tomar café. Esto tan sencillo constituye casi toda mi libertad y ya me es  casi suficiente. La probiciin de salir das ganas de salir. La libertad de poder marchar da ganar de quedarse. He sido cliente de tres cafés. Pero he acabado por ir siempre en el mismo. Además de café es también Hotel-restaurant. Té restauran por poco dinero. Te acogen amablemente y te sientes bien hospedado. Y te sirven café con algo de café. A los clientes fieles, nos dejan a menudo con ojos esperanzados: les propietarios del establecimiento son caritativos. No solamente te prometen, sino que te dan. Como hombres de negocio, deben de hacer un mal negocio: como el de Roberto el de las cabras, el cual daba dos negras por una blanca. Pero el tener al alma blanca, en el reino de las almas dará ciento por uno.

Al empezar a salir en libertad, alguien nos advirtió discretamente que, en nuestro propio interés, no pidiéramos limosna. Hay muchas maneras de pedir limosna. Yo no había comido nunca nada en este establecimiento a pesar de haber visto que otros compañeros, sin abusar, obtenían que se les sirviesen algo de comer aun sin tener tickets. Yo no pedía nunca nada, aunque fuera pagándolo. Me había limitado a pedir cada vez café, sin extralimitarme jamás.

La hija de los dueños puede ser más amable que la sirvienta. Pero todo: los dueños, al yerno y la sirvienta también lo son ... de amabilidad espontánea que parecía teatral. ¿Recodáis el tipo de muchacha de café o bar simpatiquísima, de la cual todos los clientes se enamoran?...

Un día me advirtió que a ciertas horas no servían café, pero que iba a servírmelo quand même… Como al día siguiente yo dejase de ir al mediodía –en el campo de concentración la hora legal y en el hotel se atienen a la hora solar con dos horas de diferencia – por la noche me observo amablemente:
Hoy no ha venido…

Otro día me dijo que yo era ¿¿ y me echó en el café un terrón de azúcar. Desde aquel día, siempre que es ella quien me sirve, mi café no tiene gusto de sacarina. Como es sabido, el valor nutritivo de la sacarina es nulo….

En nuestras breves conversaciones, mientras ella me mira en su amable causerie, debe de haber adivinado que yo tengo hambre: hoy estábamos solos y con el café ha venido a servirme dos rebanadas de pan con un trozo de carne. No he sabido darle las gracias: ni en francés, ni balbuciéndolas instintivamente en mi propio idioma. Pero hay gracias que se expresan silenciosamente por sí mismas y hay otras gracias que irradian brillantemente su luz ellas solas.

A la hora de pagar, he sacado más que un billete de cinco francos: ¿me habrá servido un sándwich adivinando que yo tenía vergüenza de pedirlo? Me ha devuelto el cambio como de costumbre: el café vale dos francos. He dicho que cobrase el pan y la carne; y me ha dicho que ella me lo había ofrecido… ¿Cómo dar medio franco de propina? El pan recibido equivalía a mi ración diaria en el campo. Comemos carne una vez por semana y desde que dejé a mi esposa, hace cuatro año y dos meses, no sé que es la carne…

Los franceses se dan la mano más fácilmente que los españoles… y he estrechado la mano de mi protectora: y la miraba agradecido y ella apenas me miraba, ruborizada…como ella no sabe el castellano, debe de ignorar el antiguo madrigal de Gutierre de Cetina:
Ojos claros, serenos:
Ya que así me miráis, 
miradme al menos… 



6 de abril 1943
La feria del pueblo

Hoy la plaza del pueblo ha aparecido llena de ganados, sobre todo vacuno. Hoy es día de feria. Por las calles hay mas animación. Se ven grupos de tratantes en ganado. Los hoteles están llenos. Aunque este sea un pueblo pequeño, en Francia hay muchos hoteles, muchos restaurantes, muchos cabarets, muchos café-buvette….

La feria es también de moutons y no la patrocina especialmente ningún santo: antes de la guerra se celebraba cada semana y en esta época de escasez de carne se celebra cada día….

En el hotel todas las mesas estaban llenas. Muchos tratantes tenían un vestir típico como en España. Las conversaciones giraban en torno de los animales –que algunos venden a comisión- y de las comisiones de … alemanes. Las requisas son la desesperación de las épocas troubles. Me quería marchar, porque yo solo tomo café (hago el ridículo, en ldio de gente mas o menos alcohólica) pero me he quedado. La hija de los dueños que es una reina me obsequio ayer con pan y carne. ¿sería un regalo de víspera e Feria o fiesta mayor? Hoy la dueña madre me ha hecho otro regalo regio: me ha llamado a la cocina y allí me he comido un trozo de pastel.



8 de abril 1943
El dinero vale para algo

Hoy nos han dado o me han dado las primeras cartillas de racionamiento de tabaco y jabón. Hasta ahora me daban en los campos – de una manera muy irregular, salvo en los últimos tiempos- el jabón gratuitamente y el tabaco pagando que es gerundio. Empecé a recibir tabaco en Récébédou cuando según malas lenguas hacía mucho tiempo que le comandante y sus adláteres se quedaban el tabaco de los albergados. Hoy he podido adquirir yo mismo en el estanco –el débit de tabac- los tres paquetes de tabaco correspondientes a la tres decenas del mes de abril. Y he podido comprar en una épicerie dos pastillas de jabón bastante bueno o sea no muy malo, también correspondientes al mes de abril.

Me ha hecho ilusión. Hace más ilusión tener cartillas de racionamiento para poder comprar, que tener dinero para poder pagar. Con dinero solamente –si no es con mucho dinero- nada se puede.

Como he visto que una señora en la épicerie compraba confitura, he pedido poder comprar una pequeña cantidad.

Me han dicho que no se vende sin tickets y que solo hay tickets de confitura par los niños. Como se ha pintado en mi rostro una expresión de amargura, toda la tristeza de un niño, me han permitido endulzar la vida de un hombre por valor de siete francos. Doscientos gramos de confitura para un hombre de peso… ya suponía yo que solo en los malditos campos de concentración las prohibiciones son férreas e inflexibles. ¡Triste destino el de aquel que se gana la vida con un uniforma y ha de negarse a tener piedad uniformemente! Con un uniforme se niega el derecho la vida.. Con un uniforme se mata la vida del derecho.

Como yo he recibido paquetes de harina vitaminada que al parecer se venden sin tickets, pregunto si tienen Germalyne. No la tienen, pero tienen Blédine. Blédine Jacquemaire, la seconde maman. Se añade en el biberón para los niños de pecho que no son niños de pecho. Tampoco la venden sin ticket, pero también logro comprarla sin ticket. 

“Quien tiene lengua a Roma va”. No soy un niño de pecho, pero hace falta ser un hombre de pecho para resistir lo que he resistido. Me doy más cuanta de que me hallaba en una mazmorra ahora que he salido a la luz.

Encuentro la mermelada riquísima, quizá porque mi alimentación ha sido a menudo pobrísima. Y encuentro la Blédine baratísima -350 gramos me han costado 11’60 francos- porque es un producto carísimo. Carísimo al paladar. Agradabilísimo al gusto. Disuelto en el café de las mañanas, cada mañana me devolverá la vida. Pero hoy ya lo he descubierto (ya lo he destapado). Como el prospecto dice que le producto se toma desleído, yo he desleído el prospecto: me he tomado una cucharaditas sin desleír, con muy poca agua. Tienen el gusto de unas riquísimas galletas puestas en remojo.

Cuando vuelva a mi casa tomaré muchas vitaminas. Mi cuerpo enfermo sentirá el efecto de toneladas de vitaminas. El contacto con los míos –contacto espiritual y contacto material de labios y mejillas- me será la mejor vitamina: una mina de vida.



11 de abril de 1943
El hotel Jude

Se ha roto el hielo. Entre la buena familia propietaria del hotel Jude y nosotros, entre esa buena familia y yo, se ha roto el hielo al calor de la amistad. Cuando hacemos caridad a un pobre y luego vamos enterándonos de que ese pobre ha sido rico –si no rico en riquezas perecederas, rico de espíritu y de corazón- le elevamos al nivel de la amistad y le consideramos digno de nosotros. Cuando no nos vemos digno de nosotros. Cuando no nos vemos obligados a defender nuestra dignidad, tenemos generosamente a pener en buen sitio la dignidad ajena.

Ha empezado el deshielo. Los corazones se abran, como se parten los icebergs; poco a poco todos hemos comido en el hotel Jude. Todos hemos hallado un buen plato y una frase amable. Si bien hemos pagado –hemos pagado religiosamente lo que piadosamente se ha querido cobrarnos- seguimos siendo deudores: hoy cosas impagables y existen deudas de gratitud. Como un día alguien reprochase a la dueña –le hacían reproches por hacer el bien- por su excesiva benignidad, oímos como ella exclamaba:
Mais ils sont malheureux!

Varias veces me han dado otros trozos de pan con carne como queso o fiambre o bien trozo de pastel. Me han preguntado por mis familiares. Les he contacto algo de mi odisea. Les he ensenado retratos de mi esposa y de mis hijos.

Con otro se han repetido la escena. Ven a padres separados, a maridos alejados de su mujer; comprueban que entre nosotros hay una insospechada cantidad de buena gente. Se han enterado de que los tres de una mesilla éramos: un maestro, un jefe de estación y un secretario de ayuntamiento. Los tres tipos tienen su equivalente en este pueblo: no sé si los han comparado, ni si las comparaciones son alguna vez amistosas. Como mas enteramos de que la hija mayor de los dueños del hotel y la sirvienta tienen las dos al marido prisionero de los alemanes, los de un grupo de nosotros han hecho saber:

Yo tengo a mi padre en la cárcel en España.
Y otro:
Y yo he tenido a mi mujer…

Yo, que sospecho o que temo que hayan encarcelado en los primeros tiempos a mi mujer pues estuvo meses sin escribirme y en cambio después me ha escrito regularmente, digo tan solo: 
Y yo he tenido preso a mi primo.

Un día dije:
Es que afortunadamente yo tengo algún dinero..

Dos veces he comido en el hotel Jude. (dos veces he tomado un cubierto). Tres o cuatro platos y pan. Hoy, domingo, hasta me he sentado en la mesa en el comedor de lujo (cuatro años sin sentarme a una mesa). A nosotros nos cobran tan solo veinte francos por cubierto. Aun considerando las facilidades de esta comarca –dicen que la Haute-Vienne es uno de los más afortunados departamentos de Francia en cuanto a comestibles y por esto principalmente, yo tuve tanto interés en venir aquí –el precio resulta ridículamente barato.

 Por el solo trozo de pan que nos dan aquí además de los tres o cuatro platos, todo por el precio total de veinte francos, pagábamos el campo de Nexon cuarenta o cincuenta francos. Yo compraba poco pan, porque ya recibí paquetes de comida. Pero la ultima ración que compré, un día de mucha hambre, me costó cincuenta francos. De Nexon aquí hay 15 kilómetros. Las autoridades departamentales y las condiciones de vida son las mismas. Pero Sereilhac no es un campo disciplinario.

Los propietarios del hotel Jude se llaman Jude. Esto les ha acarreado fama de origen judío. Pero son católicos y franceses puros. El hotel fue fundado por los abuelos. En lengua francesa, Jude es el nombre de un santo: existe san Judas. 

Hablando de todo esto me dijo la hija de los dueños –que tan amable se mostro siempre conmigo- que todos ellos son católicos. Y añadió con suavidad:
Católicos practicantes…



13 de abril de 1943
Homenaje a Radio-Londres

En todos los campos – en aquellos en que había radio- teníamos prohibido escuchar informaciones del extranjero. Debíamos contentarnos, nos consolábamos con la música. Aquí escuchamos lo que queremos. Ningún compagnon nos lo impide, la radio esta a la disposición de todos los compañeros.

Cada noche, poco antes de cerrarse el foyer y de ir a dormir, escuchamos la emisora de Londres. Ahora no nos consuela la música, sino que alientan y  os reconfortan los discursos. Salimos del foyer con calor de hogar – hace unas noches primaverales calurosas- y con esperanzas de volver pronto al hogar. Nos dormimos con la sonrisa en el pensamiento. La radio dice: 
Atención, España… España atención,…

Nosotros escuchamos desde Francia, no estamos en España, pero somos España.

El aviso Atención, España parece un “!Arriba España!” que nosotros podemos suscribir. ¿ como pueden gritar ¡ arriba España! Los que con su intolerancia la han hecho ir hacia abajo? Como tal grito lo han dejado insensible, nosotros nos decimos desde lo más hondo del corazón:
¡arriba… los corazones!

Algún rezagado se presenta cuando termino la información, cuando solo se habla del horario de las emisiones en castellano, de ondas largas y cortas y de kilociclos, y pregunta:
¿qué han dicho hoy? ¿a cuántos kilómetros estamos de Túnez?

Pensamos que quizá nuestros familiares en España están escuchando al mimo tiempo que nosotros la voz de Londres. ¡ Inglaterra habla para todo el mundo!

Inglaterra dirá la última palabra. Se ha hablado mucho del imperialismo inglés…..

Y Churchill hace que los españoles perdonemos a Inglaterra el funesto –primeramente para nosotros y luego para ellos- hombre del paraguas. Chamberlain ha traído la lluvia sobre toda Europa, la tempestad en Asia y en África, les sacrificios en América, el paseo de los títeres japoneses por Oceanía. La tragedia por todo el mundo...Como saludo a las ruinas de las calles de Londres que un día visité, como homenaje al país de la flema, grito:
God save the King!

….


Los españoles refugiados en Francia, que hemos sido mandado a la luna de Valencia, escuchamos la radio inglesa, que indudablemente es escuchada también por nuestros familiares y amigos, y ella nos manda el anuncio de mejores días. La luna de Londres, contemplada al mismo tiempo por los míos y por mí, une haciéndolas converger nuestras lejanas y nostálgicas miradas…….Y vamos venciendo y acabaremos por vencer totalmente a todos los parásitos.




16 de abril de 1943
La ausencia de los alemanes

Estos días han salido del Campo algunos de nuestros compañeros, para ir a trabajar en la zona ocupada y hasta en Alemania. Había quien describía la vida de os que se hallan en zona ocupada como un paraíso. Hay uno que acaba de estar en Paris. Dice que en la ciudad del Sena, a pesar de algún bombardeo, se vive bien, que la ciudad ha recuperado sus atractivos; que parís es parís; que no le falta nada… esto sucedió en el comedor del hotel. De un lado había refugiados españoles y refugiados judíos de diversas nacionalidades. Al otro lado había ciudadanos franceses que no sé hasta qué punto se sienten franceses y hasta qué punto son ciudadanos. He tomado la palabra para hablar de París:

Yo creo que a París le falta una cosa…
Un impaciente se ha avanzado a preguntarme: 
Que es lo que le falta a Paris?

La conversación se había generalizado y todos hablábamos en francés. 
Il lui manque l’absence des allemands.

La maestra del pueblo, que no es del pueblo –pero que es uno de los mejores tipos del pueblo- me ha dedicado la mejor de sus sonrisas.



19 de abril de 1943
El pan nuestro de cada día dánosle hoy

También en este campo de Sereilhac hay una pequeña biblioteca circulante. Estoy leyendo la traducción francesa de un libro del norteamericano Washington Irving que habla de los compañeros de colon y de los viajes que emprendieron para descubrir nuevos países.. y nuevas riquezas.



Jaume Grau casas
C.S.S.E B6
Sereilhac (haute-Vienne)  (6 de mayo 1943)

Señora Angeles Domenech de Grau bcn

Querida esposa:
Recibí con retraso tu carta del 6 de abril, porqué fue al campo de Nexon y de allí ha sido retransmitida a Sereilhac donde me hallo muy bien, muchísimo mejor que en Nexon.

Como no he recibido la carta de mi hermana a que te refieres, resulta que la primera noticia ha sido la que tu me das “querido Jaime: habrás sentido mucho la muerte de tu padre..”

No la había sentido porque la ignoraba: pero después de tu carta preparándome ya la había sentido… 

Ya ves que presentía la perdida de mi padre. He abierto tu carta con un presentimiento y he interrumpido su lectura porque me he puesto a llorar de sentimiento. La prosa circunspecta y los circunloquios de tu carta anterior no permitían esperar otra cosa.

Saqué de mi cartera el pequeño retrato de mi padre que nos mandasteis hace tiempo. Está en el más viejo que cuando yo le dejé.  El año pasado cumplió sus 80 anos y mi hermano celebró sus bodas de plata.

Cuando le besé al despedirme, mi padre fue la única persona que me hizo temer que quizá no volvería a verla…..

Me dices que Paquito se ha llevado el aval (quizá para avalarlo más). Aun no sabia que el alcalde de san Quintín de Mediona lo hubiese hecho. El sabe que mi conducta ha sido irreprochable. Siendo yo secretario tuve para el todos las atenciones. Si le declararon inútil para ir a fortificaciones, fue gracias a mis consejos y asesoramiento.

El hermano que le mataron iba a entregar para que los quemaran cinco o seis volúmenes del “Álbum Meravella”, con numerosas reproducciones de obras de arte religioso en Cataluña. Le encontré por la carretea e hice que volviera a su casa con aquellos libros cosa que él no quería hacer, atemorizado. Le autoricé para que dijese que “el secretario lo había dicho”.

El actual alcalde de san Quintín de mediona, cuando volvimos los dos del juicio de revisiones, quiso regalarme cinco kilos de alubias. Pero yo insistí hasta pagarle veinticinco duros, que era el precio que tenían. 

Repetid los detalles: día que murió, cosas que dijo… una especie de bendición de mi padre, del cual yo había sido rival político, es el aval que más me interesa.

Así que tengas los documentos mándamelos certificados. Si me satisfacen, los mandare a mi amigo Jean Laffon, en Toulouse, que aun siendo francés es amigo del cónsul de España. Él lo gestionara todo.

Regresaría inmediatamente -esto es, dentro de unos meses, pues las cosas de palacio van despacio- si obtuviera un pasaporte que me permitiera salir yo solo del camp (quiero decir sin estar acompañado de ningún otro compañero refugiado) y dirigirme solo a la frontera. Si hubiese podido hacer esto, en vez de someterme al régimen de expediciones colectivas, quizá me hallaría ya entre vosotros.

Al salir del campo de Nexon, pase a formar parte del 643 groupe de travailleurs étrangers; pero después de varias revisiones médicas vine a parar definitivamente aquí. El nombre oficial es “centre du Service Social des étrangers”. Centre d’accueil n°14 bis (en los sobres posa solamente CSSE Baraque 6. Ya te he dicho que aquí gozamos de una relativa libertad. Vamos al pueblo a tomar un café y hasta comemos a veces en una fonda cuyos dueños son caritativos y nos hacen un precio de favor. (a los judíos alemanes, que tienen más dinero que nosotros, les cobran mas caro)

He tenido, desde el 27 de marzo que llegué aquí, dos veces un día de permiso para ir a Limoges. Supongo que todos habeis recibido las caratas y postales que os he mandado últimamente.

El permiso que cada vez me hacen, me da el tratamiento de “travailleur étranger inapte”. Como no puedo hacer gran cosa por ser cardiaco, no hago nada para fuera del camp. Cada día pelo patatas-nos dan muchas patatas y he engordado- y a veces transporto agua del pueblo al campo en una gran barrica con otros dos más jóvenes. Uno saca agua de un pozo con un cubo, yo paso el cubo a otro que esta encaramado sobre a barrica, y él lo vierte en la barrica por medio de un gran embudo. Luego paso el cubo vacio al encargado de hundirlo en el pozo.

Después los tres llevamos al camp la barrica llena de agua. El más joven tira el careton y los otros dos empujamos. No lo tomamos a broma y yo le digo al que hace de burro: 
Yo le empujo, joven…usted llegará…

Por las noches vamos al “foyer” , después de haber ido al pueblo a tomar café. Se juega, se fuma, se charla, se oye la radio.
Me he hecho muy amigo de un medico polaco y un estudiante de medicina rumano. Un judío ruso me ha propuesto que le dé lecciones de español, que conoce un poquito. Dice que lo pagaría. Pero he dejado de estudiar el alemán y no tengo ganas de nada. Me harto de chamullar el francés.

Por las cartas que a veces te mando, verás que recibo socorros también en dinero. Y ahora puedo gastarlo en una fonda barata y no en una cantina cara. Nos hacen buenas cenas, con tres o cuatro platos, por veinte francos. Con dos del café y tres de propina, hacen vienticinco.

Cuando se tiene pocos recursos, uno se vuelve hombre de muchos recursos. Por la tentación de la fonda, me he vendido el reloj de pulsera. He sacado quinientos francos. Vale más la puntualidad del estomago que la del reloj. Y yo he sido siempre tan punctual! (tú pensaras burlonamente que solo te daba prisa a la hora de comer. Pero reconozco cariñosamente… perdona este juego de palabras que me salen desde que he empezado a escribir comedias. El escribir comedias distrae de pensar en tragedias.)

Con los 500 francos habré podido hacer 20 cenas (ya ves que no te explico sopars de duro, sino de cinco duros). O tendré dinero para escribirte –a cuatro francos la carta- 125 cartas. Hay que unir la útil a lo agradable ( lo útil es comer. Lo agradable es escribirte. También sería útil comerte



2 de junio de 1943
La suerte invididable

Ayer hablé de la suerte perra de los perros. Hoy puedo hablar de la suerte envidiable de un pobre gitano.

En tiempo de restricciones, hasta los gitanos andan restringidos. Ese gitano –hombre ambulante, nomada, pero de nacionalidad francesa- se ha presentado hoy pidiendo ser alojado, ser mantenido, ser alimentado en el campo a cambio de realizar ciertos servicios se le ha respondido que esto es un campo para extranjeros –es el Centre d’acceuil n° 14 bis du Servive Social des Etrangers- y un gitano francés no tenía cabida en él. ¡Paradojas con efectos de la xenofobia!
El pobre gitano francés habrá envidiado la suerte de los refugiados extranjeros y se habrá sentido –paradójicamente- extranjero en su patria! Tanto como hemos lamentado nuestra condición de refugiados! Ahora resulta que un francés intenta refugiarse con nosotros y envidia nuestra suerte. Pero los formalísimos –y los formulismos- han impedido complacerle.

Resulta además que este es un campo de inválidos y de inaptos y los gitanos son válidos para todo cuando tienen ganas de trabajar y posean innumerables aptitudes. En cuanto a los servicios del campo, son todos hechos por todos nosotros –por todos y cada uno en lenguaje de leguleyo, lenguaje algo fantástico pero algo justificado- y cada uno los hace a medida de sus posibilidades.

Los gitanos constituyen en cada país algo como los judíos. Son nacionalidades no reconocidas no respetadas; pero, resultan- valga la expresión- nacionalidades internacionales. Se les quiere aplastar, pero ellos vuelven a levantarse como un tente- tieso. Tienen algunas características nacionales, pero presentan otro signo no menos fuertes de una supranacionalidad. Quizá es por esto que algunas veces se sienten superhombres! Y comparando gitanos franceses con gitanos españoles, lo que destaca es la personalidad gitana. Y sí ¡gitana! Es un piropo para muchos españoles, ese gitano hubiera podido convivir en nuestro campo con los españoles.

Lo francés, lo español, lo gitano o lo judío es lo adjetivo: lo substantivo y la substancial es el Hombre. Muchos de esos adjetivos se hallan mal definidos; muchos –todos- los pueblos se hallan mal conocidos. En España la gente vulgar –the man in the street- opina casi que todos los bohemios son caldereros y que todos los húngaros hacen bailar el oso y no tiene idea de la alta civilización de bohemia y la rica cultura de Hungría. Y os posible que en Hungría y en bohemia la gente pensare hasta hace poco que cada español era un torero y que cada española llevaba una navaja en la liga. Si los extranjeros tienen una visión de España de pandereta –algo por culpa nuestra- también cada país es visto por los demás países a través de una pandereta. Una pandereta es todo viaje realizado demasiado rápidamente o todo ligero y superficial estudio hecho sin la necesaria documentación. 

España –y quizá ahora Francia- es un país antiguo y un país en decadencia. Muchas veces lo uno se une a lo otro. Son los altos y bajos de la vida, es la rueda de la fortuna.

No hay que burlarse de un noble arruinado, ni privar a nadie de enriquecerse honradamente. (si es posible enriquecerse honradamente). No hay que clariar demasiado fuertemente la etiqueta de la nacionalidad en los hombros de los hombres. Todas las clasificaciones tienen algo de arbitrario y algo de simplista.
El gitano francés que aspiraba a convivir con los refugiados españoles, debería ser una lección de humidad para ciertos franceses que nos han tratado como a gitanos. Si se duelen sinceramente de los males de Francia, piensen que nos han despreciado- y ellos piensan que nos han acogido- y han opinado de nosotros, en el mejor de los casos, que hacíamos bailar el oso…



(29 de hoja de calendario) 5 de junio de 1943
Pensando en la eternidad

Hace quince días que estoy sin dinero. Cuando lo he acabado, lo he acabado; y cuando lo tengo, lo tengo. Desde que llegué aquí, cada día he ido a tomar café: muchos días por la tarde y por la noche. Pero ahora hace quince días que he dejado de ir e absoluto.

No llega a ser doloroso vivir sin café, para el que ha vivido sin pan. Ahora vivo sin dinero. En vez de ir 

1 de junio de 1943 La isla de Panteleria.

Esta tarde he ido al foyer. Y como no estaban mis compañeros españoles que juegan al julepe haciendo tanto ruido, unos judíos alemanes escuchaban la radio silenciosamente.

Me ha hecho un salto el corazón. Apenas había llegado, la voz que hablaba en alemán desde Londres ha exclamado:

Panteleria ist gefalen..

Estos días pasados he escuchado mucho la radio, he escuchado repetidamente la emisora enemiga Radio-Londres. En Récébédou y en Nexon solo podíamos escuchar la radio oficial francesa: esto es, las informaciones de origen alemán. Aquí escuchamos clandestinamente la voz de Londres: ya no nos sentimos refugiados extranjeros, podemos hacer lo mismo que hacen los ciudadanos franceses. 

Aun los refugiados españoles –parece imposible- se hallan divididos en dos bandos: anglófilos y germanófilos. Claro que cuando acorralamos a nuestros germanófilos acaban por confesarnos que en el fondo no son más que escépticos, pesimistas respecto a la posibilidad de que pronto llegue el final de la guerra.

 Son unos germanófilos con la misma germanofilia típica en España allá por los años 1914-1918. No razonan, sólo admiran lo kolossal y siguen la moral del excito. Pero ahora les podemos argüir que los norte-americanos resultaran mas kolosales y que el país de los rascacielos llegara a rascar las tripas a Alemania. 

Desde Londres dicen Pantelaria. Desde Berlin dicen Pantelaría o Panteleria. Algunos españoles de aquí dan a la estratégica isla el nombre de Pastelería; como antes llamaban a las reales fuerzas aéreas –Royal Air Force- la RAF o la Rafaela.

Panteleria ist gefalen. Por fin ha caído la pastelería. Me felicito de haber estudiado un poco el alemán, cosa que no han hecho muchos germanófilos.

Y para celebrar el éxito, los antigermanófilos amigos de Alemania hemos hecho algo así como ir a la pastelería.

6 junio 1943
Sereilhac 
6 de julio de 1943 
Así se escribe la historia

Hoy he tenido una de las impresiones –no me atrevo de decir emociones- mas fuertes de mi permanencia en Francia. Me he encontrado con un amigo, con un compañero, con un refugiado, con un mutilado de quien me separé hace tres años y cuatro meses.

Este mutilado de un apierna venia andando por la carretera. Yo salía de nuestro Campo, él venia a pie desde la estación y ha quedado alojado en mi propia barraca.

Antes de que nos encontrásemos, el me ha encontrado. Me ha visto desde lejo y me ha llamado por mi appellido: 
Doctor Grau…(En Montolieu me llamaban doctor Grau).

De momento yo no he reconocido el suyo; pero he reconocido su modo de andar y su modo de hablar. (Su modo de decir: Doctor Grau).

Yo sólo recordaba que nos habíamos concido en el refugio de Montoleiu y nos habíamos separados en el campo de Bram poco antes de mi enfermedad. Me ha dicho muy alegremente – la mayor alegría ha sido para mí- que me hago muy buena cara y que no creía que yo pudiese resistir. Me ha hablado de muchos ex compañeros nuestros, algunos de los cuales ya han muerto.

Como es mutilado –y yo recuerdo el grupo de mutilados que salió de Bram para Orléans el 20 de mayo de 1940- le he preguntado:
¿eres de los que salieron para el Chateau de la Valette?
No; Salí con el grupo de los que fueron a trabajar a la Rochelle.

Me informa que uno de los amigos más simpáticos fue trasladado a un campo de castigo. Me dice que él –mutilado de una pierna- ha estado trabajando dos años en la agricultura. Me dice…guardo para el final lo que me ha dicho.

Le he dejado después de nuestra primera conversación, informándole que aquí estamos bien y vamos haciendo.

El ha dicho –iba con otros dos mutilados- que ellos también siguen bien:
Vamos andando…

Y con un gesto expresivo ha levantado una de sus muletas.
Recuerdo –¿como no? Dice la fecha en que salió de Bram: el 17 de febrero de 1940. Ya iba yo bien: marchó ocho días antes de que yo ingresase en la enfermería.

Le explico brevemente mis penalidades y él me explica las suyas. Me dice en qué lugares ha vivido y cuantos oficios ha hecho.
Después de los que hemos estado enfermos, hablamos de los que han muerto:
¿Te acuerdas de…? ¿Y te acuerdas de…?  Mureiron en burdeos, de un bomabrdeo, poco antes de salir yo.

En un bombardeo de la aviación británica contra unos trabajos de defensas militares alemanas, han muerto entre otros, ocho españoles OCHO REFUGIADOS ESPANOLES. Uno de ellos había llegado a ser comandante del ejercito popular.

Se les hizo un entierro solemne. Asistieron el cónsul de España y un sacerdote español. Hubo un discurso contra el terrorismo británico y un alzamiento de manos a la romana.

Los ochos refugiados españoles han dado su vida por Europa. 



14 de julio de 1943

El día 14 de julio en Francia no se puede cantar La Marsellesa
Hasta hoy no me he enterado de que no se puede cantar la marsellesa. Un compañero me ha tratado de ignorante, quizá con razón. Sé tantas cosas, que ignoro muchas cosas. Dicen que había un aficionado a la astronomía que por mirar las estrellas andaba tropezando y caia al suelo.

Claro que yo me había familiarizado con el ridículo sonsonete:
Maréchal, maréchal…

Y sabia que hasta la republica francesa había pasado a mejor estado y había dado paso al Estado francés.

Pero esto de prohibir el himno de Rouget de l’Isle es muy fuerte para el pueblo que tomó la Bastilla…quizá llegaran a modificar los colores de la bandera francesa o a subsitiuir alguno de ellos porque les molesta el color rojo…La bandera tricolor podría pasar fácilmente a bandera bicolor como la bandera española del general Franco o adoptar un solo color –el negro que es la negación del blanco y de todos los colores juntos- o acabar por hacerse totalemnte descolorida.

Había observado recientemente como nuestro aparato de radio nos permitía oír la marsellesa tocada desde Londres y nadie sentía temor y a nadie se le ocurría ahogar la voz de Londres porque estaba cantando la Marsellesa. 

Pero hoy precisamente hoy, 14 de julio, me hallaba escribiendo en el foyer y el encargado se ha precipitado a apagar el aparato o a buscar otra emisora menos subversiva: se oían los escandalosos sones del himno que fue revolucionario, que dejó cada vez más de ser revolucionario y que ahora –gracias a la suplantación hecha por el estubilla: Maréchal, maréchal…Vuelve afortunadamente a ser revolucionario.

Habíamos cantado la Marsellesa –que Francia no olvide que sus mas gloriosos títulos de nobleza están en su universalidad- por las calles de las ciudades de España. Ahora oímos que la cantan en Inglaterra. Y ahora está prohibida en Francia. El mundo se ha vuelto loco…(o quizá el loco soy yo: la prolongada reclusión en los campos de concentración me hace creer casi que me tienen encerrado en un manicomio).

Precisamente hoy, día 14 de julio, es peligroso en Francia cantar la marsellesa. Habíamos visto que se nos prohibía cantar la internacional. Habíamos visto que se nos prohibía cantar el himno republicano español porque se había reconocido la legalidad del régimen franquista. Nos faltaba ver que tenemos prohibido cantar el himno de Francia.

Pero los republicanos españoles lo hemos cantado siempre –más dignamente que muchos franceses- y ahora seguiremos cantándolo en silencio. Los refugiados españoles en Francia que tantos motivos de queja tenemos por los malos tratos recibidos del gobierno francés –de todos los gobiernos franceses- aun vibramos generosamente a los acordes de un generoso himno:
Allons, enfants de la patrie….

(Tralado al Castillo de Tombebouc)

25 de septiembre 1943
Importancia del mobiliario

Ho ha sido mi tercer día de castillo. Ahora sí que me hallaré encastilladlo en mis puntos de vista, seré un intelectual encerrado en su torre de marfil –torreones negros enormes espacios de pared sin la menor ventana – y mi alma mística –ciertos místicos fueron también alegres- se paseara por su castillo interior. A dada desencanto o desilusión, a cada contrariedad, a cada desengaño no hacemos más que volver a engañarnos… hay que apechugar, apretar las clavijas, volver a inflar el neumático.. Lo único que abunda aquí son los tomates, en los huertos de las fermes que hay bajo el castillo.

 Volveremos a pasar hambre. Medio año de felicidad en Sereilhac me ha permitido acumular reservas: de grasa en el abdomen, de conformidad en el cerebro, de ánimo en el alma…Es sorprendente (Aunque no nos sorprende). Somos cien hombres: todos enfermos.

 El espectáculo deprimente de siempre: ancianos, judíos alemanes que no pueden valerse y que se mueren, más que del hambre, de los piojos y de la tristeza; una docena de tuberculosos; entre ellos dos muy graves : uno que tose día y noche y el griego Panchuli, procedente de las brigadas internacionales, que se esta muriendo; reformados de guerra: cojos, mancos, trepanados y un tuerto que en el único ojo tiene dos decimos de visión…Los cardiacos somos la aristocracia.

No hay médico, ni un enfermero. Un refugiado español que vino aquí para hacer de practicante, hace de carrero y otro trae de Sainte-Livrade el suministro cada día. (un carro es lo que nos une con el mundo). He dado con él porque me hice una pequeña herida en la mano izquierda y el médico de Sereilhac me recomendó que al llegar aquí me hiciese renovar el vendaje. Pelando patatas n el campo de Sereilhac, me corté el dedo gordo de la mano derecha y un compañero que tenia esparadrapo me lo vendó. A los dos días, a consecuencia de poca habilidad en la mano derecha, al cortar una viruta –un pan de dos kilos que me habían podido reservar, muy duro- se me fue el cuchillo y me hice en el dedo gordo de la mano izquierda una herida de más de medio centímetro de profundidad. 

Al momento de salir del campo, el médico me lavó la herida y me renovó la venda. El practicante de aquí no recibe ninguna subvención y le he dicho que ya le subvencionaré yo agua oxigenada, yodo, algodón, gasa y esparadrapo. Tenía el corte algo infectado y la venda muy sucia a causa del viaje en ferrocarril.
Aunque en mi habitación no hay mesa ni silla, pude desde el primer día escribir porque encontré mesa y luz suficiente en otra parte. Al día siguiente volví allí y solo había camas a consecuencia de haber llegado nuevos refugiados. El castillo está hora lleno hasta los topes. Hemos topado con un miserable castillo y no con un alegre château.

 Pero hoy he encontrado una mesa y un banco. Después de pedir permiso los he hecho colocar junto a la ventana de mi habitación; y otro de los seis compañeros que dormíamos juntos me ha permitido cambiar de sitio. Ya no dormiré junto a la puerta del cuarto de los duendes. Tengo mi cama junto a la mesa y la mesa junto a la ventana. No era una ventana practicable, pero hombres prácticos la han arreglado convenientemente practicando conmigo casi una obra de caridad. He empezado a escribir con la ventana abierta, pero la he cerrado porque se pone a llover: a pesar de todo hay buena luz.

Ya estoy contento. Hay que crearse las comodidades y acostumbrarse a las incomodidades. El castillo se me va convirtiendo en château.

 De la contigua destartalada habitación saldrán por la noche trastos y vestigios: seguimos sin bombilla eléctrica. Pero de día tendré esa ventana. Y sobre todo tendré esa mesa. Con tinieblas o con nubarrones puede uno tener ideas luminosas y serenas. Pero se acerca toda una tempestad. Rayos y truenos. Debía de esclamar a veces desde aquí el señor feudal. Qué bonita es una tempestad en un alto catsillo solitaria! Una pregunta: 
Habrá aquí parrrayos?
Y otro le responde: ...



26 de setiembre 1943
La beneficencia oficial

El nombre no hace la casa y el hábito no hace el monje. Bajo un rotula pomposo se encubren miserias doradas y a través de un tupido velo brillan miserias.

A la entrada del castillo más o menos medieval, aparece esta inscripción muy moderna:

MINISTERE DU TRAVAIL
Service d’encadrement de la main-d’oeuvre
SERVICE DU CONTROLE DES ETRANGERS
Centre d’accueil 23 bis

Controlando socialmente a los extranjeros velas por que todo el mundo trabaja, hacer que los parásitos que pesan sobre el cuerpo de las naciones no le chupan la sangre inútilmente. Pero aquí mas que encuadrar la mano de obra extranjera se quiere dar un asilo a refugiados desencuadrados y desencuadernados. La beneficencia oficial y la caridad oficial son las cosas manos benéficas y caritativas. En el campo de Sereilhac –que era el campo 14 bis-preguntábamos intranquilos que adónde íbamos y se me respondía:

Vais a un lugar dependiente del mismo organismo o institución.
Y se agregaba sonriendo:
Vais a un château

Nos han dado el timo. En Sereilhac estábamos bien y en Tombebouc estamos mal. Será que el numero 2” bis es menos afortunado que el numero 14 bis.

¿Cuándo dejaré esta vida de refugiado y asilado? Todos nos decimos pensando a la marcha de la guerra:
Ahora sí que esto se terminará…

Me consolaba la consideración de que muchas veces hemos pensado que íbamos a morir y hace cinco anos que estamos muriendo.

El castillo tiene tres pisos. Sobre sus utilizables el primero y al segundo, además de la planta baja. Hoy han hecho traslado a la planta baja a los mutilados de una pierna y a los más viejos y enfermos. Y cuantos actos de imprevisión.

Como la iniciativa individual ha de suplir la imprevisión –por lo menos la impresión ajena, hoy he dio con otros a explorar terreno y a buscar posibilidades.

Hemos comprado tomates a dos francos el kilo e higos a diez francos el kilo. Yo he hallado quien me traiga de Sainte-Livrade dos kilos de pan antes del fin de mes, para aprovechar dos tickets que me quedan. Pero muchos no tienen tickets para pan, ni dicen para tomates…

Uno ha entrado a una ferme de grandes vacas. Pero ahora tienen muy pocas, no puedan darles de comer. Efectivamente están escuralidas, como los dos caballos del campo del château que traen el suministro.
La gente de las fermes se asusta el vernos. Ya no es al miedo a los refugiados, esto obedece a la intranquilidad general del país. Entre nosotros hay uno muy rubio y con gafas y le toman por alemán. He encontrado al entrar a una casa de campo a una niña y le ha preguntado en francés para su papa. La niña le ha dicho ingenuamente que su padre debe marcharse al verle venir de lejos
Il a pris peur…
Podían buscarlo para ir a trabajar a Alemania.

Hay casas abandonadas. Eran habitadas por italiano que se marcharon al final de la otra guerra ……

Este es una  comarca pobre, desierta.. en una ferme donde tienen radio nos han dicho que Smolensk ha caído.




11 de octubre 1943
Tombebouc, a mi esposa

… con mis eternos cambios de dirección, tu carta ha ido dando tumbos… De Sereilhac fuimos en camiones a Limoges. De Limoges a Penne casi 250 kilometros en F.C. De la estación de penne al mismísimo Château de Tombebouc, 30 kms, en autobús especial.
Adiós Sereilhac! Aquí no podemos ir al café, ni ir a comer a la fonda.. Solo podemos comprar por las fermes que hay bajo el castillo  nueces, almendros e higos…Con las moras y madroños que cogemos con los paquetes de comida que recibo, voy tirando.

…comprendo las desilusiones de los nenes al ver que no regreso en seguida: yo también quiero regresar. De llegar aquí –llegue el 22 septiembre estamos muy mal en comparación con Sereilhac, llegamos casi a los once de la noche en la estación y me rompí el cristal izquierdo de los lentes y me dolía la pequeña herida de la mano izquierda a causa de los traslados de maletas. Te escribí una postal diciéndote que Jean laffon tenia los avales para pedir mi pasaporte al cónsul de España en Toulouse. Pues bien: Jean Laffon me ha escrito que he de llenar tres impresos y mandar tres fotografías. 

Como en este castillo –cien hombres aislados del mundo- no esarto la posibilidad de fotografiarle, mi amigo me ha invitado a que vaya a retratarme a Toulouse y el propio tiempo podría hablar con el Cónsul. El permiso me ha sido –por el momento- denegado. Dice el director du Château de Tombebouc que para salir del departamento se requieren el permiso de la prefectura y que cuesta dos otros meses obtenerlo. Para alejarse de este castillo – retiro poético del mundo- hay que hacer a pie 8 kms hasta Sainte Livrade. Solo va allí cada dos días el cano que va a buscar el suministrado para nosotros y no tiene horas fijas. El pequeño tren de Sainte-Livrade-sur-Lot a Agen ahora no funciona o transporta únicamente mercancías. Para tomar el tren, línea de Burdeos o línea de Toulouse, hay que hacer 10 km a pie hasta Villeneuve sur Lot allí hay que tomar un autobús –los días que lo hay- hasta la estación de Penne. Imposible viajar.. no puedo andar tantos kilómetros. No tengo tickets para comida. No me sobra el dinero. ¿ Podria llegar en un día a Toulouse? Quizá habría que descansar por el camino. Una vez retratado y entrevistando con el Cónsul, debería recorrer las mismas dificultades en sentido inverso. Y encastillado en este castillo debería aguardar pacientemente la llegada del pasaporte. Con el pasaporte, volver a empezar, pero esta vez hasta la frontera. Hacia lo desconocido. Todo esto en el siglo de la aviación. Di a nuestros hijitos que no me pongo en ningún aeroplano. Ya me imagino que no los voy a conocer. Ya sé que en febrero cumplían 14 y 10 años. Cinco anos de crecimiento a esta edad vuelvan irreconocible. Pero los recuerdo y me lo imagino.

Aquí no llega el periódico. Los carreros lo traen de Sainte-Livrade algún día. No tenemos –como lo teníamos en Sereilhac, pagado por los refugiados españoles y judíos alemanes- aparato de radio. A las diez se apagan las luces. De día podemos alejarnos del castillo dos o tres kilómetros. Hay que ir a buscar el agua para beber a una fuente lejana a medio kilómetro. Hay que ir a lavar la ropa a un kilómetro de distancia.



12 de octubre 1943
Lo que son paradojas

Hace muchos días que no escribo, ni paseo. No tengo ganas de hacer nada. En este castillo, estamos muy mal. Alimentación a base de tomate, berenjena y judía verdes. Lo cual ya estaría bien si fuesen en cantidad. No hay agua, ni ningún sitio para lavar ropa. Hay que salir del Château para toda clase de  comodidades higiénicas. Pero hoy es el día de la fiesta de la raza. No duran que no santificamos las fiestas u que no somos patriotas. Hoy he dio de paseo. Y así como el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colon descubrió otro mundo, el 12 de octubre de 1943 he descubierto que en este mundo hay grandes paradojas.

Poco a poco hemos ido entablando conocimiento con la gente de las fermes que cerraba puertas y ventanas a nuestro paso o nunca tenían nada que vender. Ahora nos venden mas cosas, quizá porque temen que les robemos menos cosas…

Hasta algunos trabajan. Por un poco comida ayudan a los trabajos del campo. Varios mutilados de una pierna guardan vacas y un tuerto de guerra, que en el ojo bueno tiene solamente dos decimos de visión, hace trabajos agrícolas. Yo renuncie a ir a comprar por las fermes, porque al verme venir se imaginaban que iba a pedirles limosna (vale más que le tomen a uno por pobre que por atracador).

En una ferme me han querido vender 2 kilos de almendras por 60 francos. Y, al marcharse una vieja me ha puesto amablemente en el bolsillo un puñado de ciruelas secas. Claro que todo esto es por que puedo hablar francés y porque he sabido hablar. Ciertos españoles y ciertos judíos alemanes, que no saben gran cosa del idioma de Francia, se sienten más extranjeros. Hablan y hasta discutir por signos se presta a la disputa. Una vez más pienso que es preciso que los hombres se entiendan para que puedan entenderse. 

Se trata de una casa de campo muy escondida. Y algo alejada del castillo: he andado más de media hora y he tenido que hacer subidas y bajadas y cruzar un riachuelo dificil.

Me han puesto como condición de que tenia que pelarme las almendras. Las tenían con la piel reseca, sin quitar. Al volver al castillo he pasado toda la mañana rompiendo almendras con una piedra en el borde de una ventana y echando las cáscaras al ....

Mientras pelaba las almendras, charlaba con la dueña y una hija suya: una muchacha de 22 anos, guapa, pero afecta desde los 5 años de una parálisis infantil. Habla bastante bien pero arrastra muy mal la pierna drecha. A lo lejos, un hombre viejo araba con un buey y otro joven arrancaba troncos de girasol. Ustedes son refugiados, decía la vieja, pero mi hija es paralitica. Cuanta gente hay mas desgraciada que nosotros. Al saber que yo era un refugiado español y oyéndome hablar, ha salido de la casa un joven francés escondido para evitar que le llevasen a trabajar a Alemania. Y dejando de hablarme francés y poniéndose a hablar en español, me ha dicho en buen castellano:
Soy ciudadano francés e hijo de padres franceses pero nací en Madrid y he vivido hasta los doce años en España… 

Me ha explicado que al principio del gobierno del glorioso movimiento se hallaba en una ciudad de Galicia, donde su madre era profesora de francés. Pero los dirigentes del glorioso movimiento implantaron la enseñanza del alemán y del italiano en substitución del francés; y esto, unido a las recomendaciones del cónsul francés en un pueblo gallego, les hizo volver a Francia.

Tuteándome me dice:
Ya sé que los refugiados españoles habéis sido muy mal tratados por Francia… ah, si yo pudiera ser español… ah si yo pudiera volver a España.. 
Esto último casi me ha hecho llorar.



15 agosto 1943

Acabo de recibir unos pantalones que entregué al delegado de CIMADE en Séreilhac, porque me ofreció hacer arreglarlos. Fueron mandados por correo a Grenoble, allí les pusieron tres grandes piezas para tapar tres grandes agujeros y una enfermera o una assistante sociale me les trajo a Sereilhac. Pero la assistante llego al día siguiente de mi marcha y han tenido que retrasar el envío al château de Tombebouc.

Como pedazos de ropa puestos son de un gris oscuro y mis panalones son –o eran- de un gris claro, desde lejos se observa mi elegancia de payaso. Hoy me los he puesto y he salido a la calle: a un patio de castillo. Así que he salido, un ...



18 octubre 1943
Las ocas como catedrales

En las fermes de por aquí no tienen nada que comer… No tienen nada que comer para vendernos… Pero vemos toda una riqueza de ocas y parvos. Dicen –pero no lo dicen ellos mismos- que las crían para venderlas a 2000 francos la pieza. Pavos negros y ocas blancas alimentaran el marché noir de los que tienen muchos francos para alimentarse. 

Regresamos al castillo decepcionados por nuestras inútiles pesquisas. Hay quien dice:
podríamos convertirnos en bandidos…

Pero todos se la echan encima reprochándole el bandidaje. Volvemos tristes pero cantando. Ahora que Mussolini se ha vuelto republicano y que Italia ha declarado la guerra a su antigua aliada Alemania, recordamos las canciones alusivas a personajes y a hechos políticos o a la poca comida. Es así que hoy hemos resucitado la antigua canción del campo de Bram:

Cinco de pani
Cinco de vini
Y lo que quedi
Pa Mussolini

Y hemos entrado en el castillo con esta marcha:
Turaruru, ru, ru
Turururi, ru, ru…



11 agosto 1943
La sal de la vida

Ya en el campo de Bram se cantaba unas letras adaptada a la miseria en un cuplet, quejándose de los cocineros. Nos dan la comida sin grasa y sin sal.

Se aludía a la poca grasa en las comidas y al poco cuidado de los cocineros que hasta olvidaban la sal. Pero hace tiempo que no la hay en nuestras comidas.



13 agosto 1943
Conversación sobre los murcianos

Hoy no solamente he visto maquis sino que he hablado con ellos, ha pasado un coche turismo no a gasógeno sino movido con gasolina. Al ver que enfilaba la carretera hacia nuestro castillo, he vuelto inmediatamente a él con el fin de hablar. Como los alemanes se han retirado de Sainte Livrade y  Villeneuve se trata seguramente de un coche del maquis. Al llegar a la puerta del castillo, he visto el coche parado y vacío de ocupantes. Dos soldados, uno sentado y uno derceho se hallaban junto a dos….una de ellas emplezada en su trípode apuntado al castillo. Un capitán y un teniente habian entrado.

Habla con los mutilados de una pierna y yo me digo que estas también habrias lucido las piernas. Ahora…la perdida de una pierna y dice sonriente:
la guerre d’Espagne…

El chauffeur nos pregunta quienes estamos en el catillo y así que le hemos respondido exclama:
esto tiene más aspecto de prisioneros que de hospital..

Como los dos oficiales han entrado a ver al director del castillo, comentamos que solo encontrara al contable pues el director salió hace unos días con un mes de vacaciones. Creemos que no volverá y que habrá puesto los pies en polvorosa. El contable es un refugiado francés del norte de Francia.

Nos dan noticias sobre la marcha favorable de la guerra y nos dicen que pronto quedaremos totalmente liberados. Nos interroga sobre nuestro régimen de alimentación y sobre las circunstancias de nuestra vida. A esto salen las dos oficiales franceses acompañados por el contable suben al coche, saluda, y marchan. El chauffeur nos dijo que su esposa francesa desde que se caso con él, es hija de Murcia. Y había empezado a hablarnos de las mujeres murcianas….

Gran salto temporal

15 agosto 1944
El puente de los suspiros y el muro de las lamentaciones

En estas noches de verano, con la nerviosidad de esperar el final de la guerra –el retorno a nuestros hogares- pasamos horas y horas haciendo comentarios a los avances de las tropas rusas y anglo americanas , a los atentados en Alemania y a las hazanes de los maquis en Francia.

Casi todas las noches no hay luz eléctrica en las habitaciones… republicanos, socialistas, comunistas y anarquistas. Todos son anglófilos y rusófilos. Frecuentemente pasamos dos o tres días seguidos sin luz eléctrica y en las fermes próximas no pueden saber por la radio el último …inglés o ruso. 

El parte alemán en la prensa francesa a los españoles nos hace reír. Los días –las noches- que no hay noticias ni bulos, nos limitamos a hacer conjeturas y entablar amigables discusiones ideológicas. 

Tras superficiales comentarios vienen profundos plañidos. Un español dice que le han fusilado un hijo y asesinado a la esposa. Un judío alemán dice que le han deportado a Polonia a su esposa, a sus hijos, y a sus hermanos y probablemente han sido asesinados. Estos compañeros deben esperar más que yo el final de la guerra. O casi ya no lo esperan. 

Un grupo de españoles tienen la costumbre de situarse junto a la puerta, sentados en las barandas del punto que salta el foso del castillo. Un grupo de judíos se sitúan en el patio junto a una de las grandes paredes. Los judíos alemanes y polacos se sientan en sillas y algunos van bien vestidos. Los españoles, que llevan más tiempo en Francia y ya llevaban la guerra de España, van más andrajosos y se sientan en el suelo o en el futil del puente. 

Como todos acaban quejándose de algo, hemos bautizado al puente ocupado por los españoles y al muro preferido por los judíos con las denominaciones el puente de los suspiros y el muro de lamentaciones. … permanecen conversando sobre todo a las noches de luna, hasta las altas horas de la noche. Alguna noche el director del Chateau quizá … por las agitadas circunstancia porque por la tarde por la frente de la carretera hemos visto pasar maquis, ordena cerrar la puerta, pero generalmente está abierta y bajo nuestra responsabilidad nos largamos hasta la fuente y hasta hacemos una pequeña excursión nocturna por los alrededores. 

Aunque en todas las ciudades y pueblos de Francia existe el couvre-feu, nosotros estamos en un lugar aislado y nos permiten circular por la vía publica o sea por las dos carreteras que suben al castillo desde Sainte-livrade y desde villeneuve sur lot. Hay quien practica el deporte de ver pasar maquis y saludarles o de averiguar si los aeroplanos que pasan son alemanes o ingleses que vienen a aprovisionar a los maquis y hasta dice que dejar caer algún parachutista. 

El deporte puede devenir peligroso –ver pasar fuerzas alemanes y luego maquis, a tropas de resistencia me imagino que es lo mismo que ver pasar, en España , a lo siglo pasado fuerzas carlistas y luego fuerzas liberales, pero sin el peligro aquél a quien han asesinado la esposa, los hijos y los hermanos…

La noche pasada, ya desierto el puente he permanecido junto al .. de las lamentaciones sentado en compañía de judío húngaro que duerme en mi habitación. He preferido hablar con el tomando que se había casado en la edad madura, que llevaba tres meses de matrimonio cuando le separaron de su mujer y que esperaban un hijo… no sabe si el hijo ha llegado a nacer, no sabe si la esposa ha muerto, no sabe si el hijo vivirá.. Deportación a Polonia, vagones de ferrocarril.



21 agosto 1944
La liberación de Agen

Hace días que está tomado en los manos de los maquis, por los FFI, el pueblecito de Sainte Livrade y la villa de villeneuve sur lot. Hace que desde el castillo desde la fuente o desde la carretera no veíamos pasar maquis. Hace días que los que salen del castillo no ven pasar alemanes. Hace días que los maquis tomaron Agen. 

Ayer a media noche, tomando el fresco en el patio del castillo y poco antes de una importante… esa abundante caída de granizo, vimos un  aeroplano inglés muy bajo. Dejó caer tres grandes luces ropas de bengala que dibujaras el aparato y volvi a sumirse a la oscuridad. Probablemente dejo caer material o algunos parachutistas. Hoy a las seis de la tarde, hemos oído las campanas del pueblecito de Cazeneuve, echadas al vuelo para celebrar la liberación de Agen. El comandante de la fuerza había dicho que no tenían orden de capitular y sus combatientes  se han retirado sin operar gran  resistencia.



23 agosto 1944
La liberación de Paris

Hoy hemos podido desde el castillo más campanas al vuelo para la liberación de Paris: allez, Cazeneuve y otros pueblos. Antes ayer se dijo que también parís se hallaba liberado pero hasta hoy no he venido la confirmación oficial.

Estamos a centenares de kilómetros de parís y la noticia nos conmueve. También estamos a centenares de kilómetros de España. París es un poco de todo el mundo y tiene algo de parisién todo aquel que ha estado en París.

Dicen también que ha caído Marsella. A las tres de la tarde, recibimos prensa de Agen, los dos primeros números, de ayer y de hoy, que hablaban de…

Recibo una carta de Toulouse, fecha del 15. Aún no me hablan de la liberación de Toulouse. Me mandan tickets para comprar un kilo de pan, la certidumbre de que pasaré las Navidades con mi familia y …
Después de la liberación de ciudades y pueblos, parece que vendrá la de las personas. Estoy emocionado.



24 agosto 1944
Aparición de la bandera francesa

Hoy ha aparecido la bandera francesa a la puerta del Château. Nos hemos juzgado muchas veces de que Francia, la Francia …, no ha hecho honor a la bandera. Saludamos la bandera francesa.

Por fin hemos conseguido que el aparato de radio, que estaba oculto en las intimidades du bureau, fuese colocado en el local-biblioteca. Nos pasamos todo el día escuchando la radio, después de unos meses de no poder hacerlo.

Vale la pena. Re… no solo ha hecho la paz en Rusia, sino…Marseille, Toulouse, grenoble…los anglo-americanos están a 50 kilómetros de Lyon y cerca de Toulon y cerca de Bordeaux.
Estamos a 150 kilometros del Atlántico… esperamos que de un momento a otro lleguen aquí los anglo-americanos. Pero tememos que no lleguen aquí, que nos dejen abandonados.

¿Me dejarán libre, ir libremente a Toulouse,  vivir en libertad en casa de Jean Laffon en Toulouse? Después de tantas liberaciones, dudo de mi liberación.

Los pobres judíos alemanes también dudan. Ya se van a un campo de concentración, como medida preventiva por parte de los ingleses, puesto que ellos son ciudadanos alemanes. Los propios alemanes les han perseguido como a judíos. .? Van ahora los anglo-americanos a cazarles … porque aun siendo judíos, son alemanes. Los españoles nos hemos esforzado en convencerlos de que nada han de de temer de nosotros, aunque  …

La noche pasada ha habido bombardeo por el lado de Burdeos y hemos visto el pequeño resplandor. 

A las cinco de la tarde, la radio inglesa americana ha dicho que los alemanes se han retirado de Burdeos.

26 aout 1944
Gracias a los maquis. Aujourd'hui j'ai vu mes maquis et leur ai parlé.





Introducción.

  Éstas son las páginas que se han conservado del libro "Hombres y Ruínas", uno de los libros que escribió entre los siete campos ...

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